Monchi, en particular, y el
Sevilla FC, en general, están muy pendientes de todas las oportunidades que puede brindarle el mercado en su objetivo de mejorar al equipo. Aprovechar el momento apropiado para intentar incorporar a un futbolista que, quizá, en otro momento no sería posible.
Y por una situación así pasa actualmente el madridista Isco, al que el
Sevilla FC ya controlaba en su época de juvenil y cuyo caché lo ha hecho un objetivo imposible para los de Nervión a lo largo de todos estos años. El propio
José Castro, presidente del Sevilla FC, se refería así al malagueño el pasado 27 de enero:
"Tanto Monchi como la directiva nos reunimos y hablamos de muchos jugadores e Isco es uno de ellos. Pero
nunca ha sido objetivo, nunca llegamos a hablar con el Madrid ni con Isco. Nosotros gastamos lo que podemos y por eso no tenemos los problemas que tienen otros".
Desde que los micrófonos de Movistar cazaran a Isco el pasado mes de octubre
rajando de Zidane y su cuerpo técnico ("Si me tiene que cambiar, me cambia en el 50' o en el 60' de partido. A veces en el descanso. Si me tiene que meter, me mete en el 80") ante la disputa del Clásico, la situación del talentoso futbolista ha ido de mal a peor en el vestuario del Real Madrid. Tanto, que se siente humillado.
Especialmente después de que Bettoni, segundo de un Zinedine Zidane aislado por covid, diera entrada el pasado sábado al canterano Arribas al terreno de juego del Alfredo Di Stefano cuando Isco ni siquiera había salido a calentar. Tanto Arribas como Isco competían por la posición de mediapunta, por detrás de los delanteros, y Zidan, por telefeno, se decantó por el canterano ante un Levante al que el Real Madrid necesitaba remontar.
El jugador, tal y como desvela As, asumió lo sucedido
sin demasiada sorpresa, al tener ya interiorizado que se ha convertido en invisible para Zinedine Zidane, quien lo ha sumido en el más profundo del ostracismo por sus palabras. De ahí que el malagueño haya pedido por activa y por pasiva que lo dejen salir en este mes de enero, aunque los blancos no están dispuestos a hacerlo a cualquier precio, lo que ha dificultado su marcha hasta hoy; último día del mercado. Jovic y Odegaard, sin ir más lejos, ya han aprovechado esa oportunidad que no le brinda del todo a Isco.
Pese a ello,
Isco está por la labor de forzar al máximo su salida. Un adiós que, salvo sorpresa, no se acabará produciendo este mes de enero, como al futbolista le habría gustado. Si sale una opción en estas últimas horas, Isco gustaría aprovecharla, aunque todo apunta ya a un verano de enero en el que el
Sevilla FC, sin ir más lejos, tendrá que reestructurar su zona ancha, que ya este mes de enero se ha reforzado con la figura de un futbolista como el Papu Gómez.
Desde el entorno del futbolista filtran que el malagueño estaría encantado de enrolarse en un nuevo proyecto como el
Sevilla FC, de la mano de Lopetegui y cerca, muy cerca, de su Málaga natal. A sus 28 años entraría en su último año de contrato con el Real Madrid. Un club, el blanco, que pese al ostracismo de
Zidane, quiere un traspaso considerable por el internacional español. Su valor de mercado actual es de 20 millones de euros. Por ahora toca esperar; en verano...