Jugar en casa no es sinónimo de victorias. Mucho menos de ascenso pese al revuelo armado alrededor de las sedes para disputar el
Playoff de ascenso a la categoría de plata. El
Albacete, tras apear al
Deportivo de la Coruña en Riazor, se convierte en equipo de Segunda División y nuevo rival del Málaga.
Los manchegos regresan justo un año después a
LaLiga SmartBank. Y lo hacen con un desenlace de infarto donde ocurrió de todo hasta el pitido final. Comenzó adelantándose en el marcador el Deportivo de la Coruña, alentado por los más de
25.000 aficionados que acudieron a Riazor.
Mario Soriano ponía el primero antes de cumplirse la media hora de partido. En la recta final, con el Albacete volcado sobre la portería de Mackay,
Alberto Jiménez lograba la igualada a falta de ocho minutos para el final y dejando mudo a toda una ciudad. Con el 1-1, la final del Playoffs de ascenso se marchaba a la
prórroga.
Fue en el tiempo extra, doce minutos una vez iniciada la prórroga,
cuando llegó el delirio en las gradas manchegas. El delantero
Jordi Sánchez ponía el segundo de su equipo para locura de los seguidores del Albacete, que vio como en cuestión de
20 minutos certificaba la remontada.
Tuvo el ascenso (en caso de empate pasaba el Deportivo de la Coruña por mejor puesto clasificatorio) en el último minuto el central Lapeña, pero su cabezazo pasó cerca de la portería. Así,
Riazor se quedará un año más en Primera RFEF. El Albacete,
nuevo rival del Málaga en la próxima temporada 2022/2023.
Jackson devuelve al Villarreal B a Segunda división
En la otra final, el filial del Villarreal pasó por encima de un histórico como el Nàstic y regresó a Segunda división diez años después. En un encuentro con ocasiones para ambos equipos, mucha tensión, polémica, el senegalés Nicolas Jackson fue decisivo con un doblete.
El equipo amarillo tuvo más el balón y dominó a su rival hasta que se adelantó, pero acabó sufriendo para conservar el resultado por el empuje de un Nàstic que tuvo el empate con un cabezazo de Ribelles que desvió con una mano Iker Álvarez en el minuto 71.
Tras una primera parte igualada, el filial amarillo golpeó nada más comenzar la segunda mitad tras un pase en profundidad de Arana para Nicolas Jackson que, tras ganar la espalda a los dos centrales, no erró ante la salida de Manu.
A partir de ahí, el conjunto de Tarragona se fue a por el empate y, con el Nástic volcado y desesperado con el colegiado, que le anuló dos goles por supuestas faltas previas, Jackson sentenció en el descuento después de finalizar un rápido contraataque.