Rodrigo Zalazar ha entrado en la historia del
Schalke 04, mítico club alemán, a sus solo 22 años. El que fuera jugador de la
cantera del Málaga CF anotó el gol que supuso la victoria y el ascenso a la Bundesliga (Primera División del país).
Y todo en cuestión de diez minutos. El tiempo que transcurrió desde que entró al terreno de juego (68') hasta que marcó (78') para poner el
definitivo 3-2 contra un rival directo, el St. Pauli que, casualmente, había defendido Rodrigo Zalazar la temporada anterior dejando una
huella imborrable entre los aficionados 'piratas'.
Encandila el uruguayo a todas las hinchadas por las que pasa. Lo hizo en
Polonia con el
Korona Kielce, con el mencionado
St. Pauli y ahora con la
grada de Gelsenkirchen, que sube a la máxima categoría del fútbol bávaro un año después. Con retorno al Eintracht Frankfut, pues firmó en 2019 un contrato de cuatro años, son muchas las 'novias' que desearán al charrúa.
Un jugador que creció en
La Academia, aunque terminó de manera fortuita su relación con el cuadro blanquiazul. Sin llegar a un acuerdo para su
renovación con el Málaga, terminó saliendo después de que el club le apartase incluso de la disciplina diaria con su equipo (Juvenil División de Honor) durante muchos meses.
Fichado por el Eintracht tras brillar con su selección en el
Sudamericano sub-20, el futuro que tiene por delante el centrocampista es, como poco, prometedor e ilusionante. Y es que sus
genes y ADN es de puro fútbol. Tanto su hermano Kuki Zalazar (actual jugador de la Ponferradina) como su padre José Luis Zalazar, leyenda del Albacete.
Quizás, más de tres años después, el
Málaga se arrepienta de cómo dejó escapar a un
diamante en bruto que brilla con su equipo y, pronto, con la absoluta uruguaya, quien sabe, si en el
próximo Mundial.