Málaga 0-0 Oviedo: Un punto que resta más que suma

El Málaga obtuvo un punto que resta más que suma. Un empate sin goles en un encuentro más que igualado contra el Oviedo, al que le valió el punto más que a los locales. Los de Pablo Guede se quedan a solo dos puntos por encima del descenso tras la victoria 'in extremis' de la Real Sociedad B. Restan tres encuentros para que acabe la temporada y la tensión aumenta exponencialmente en La Rosaleda, maldita desde noviembre a pesar del ambientazo digno de Primera División.

El malaguismo marcó el primer gol del partido en la previa. Los blanquiazules jugaban con '12'. La ilusión y entrega de la afición lucía en una Rosaleda con ambiente de final. Lo fue más después de la victoria de la Real Sociedad B en la antesala del Málaga-Oviedo. Sorprendía Guede con dos entradas inesperadas en el once inicial. Debutaba con el primer equipo Víctor Olmo, que le ganó la partida a Cufré en el lateral izquierdo, y Sekou Gassama a Antoñín en el puesto de '9'. Eran Vadillo y Brandon Thomas los que se situaban en ambas bandas en un claro 4-3-3. Ismael Casas, Escassi y Febas también eran novedades respecto a la jornada anterior.

 

Nadie quería ser dominado. Sin querer dar la iniciativa al rival. Así comenzó un choque con bastante ritmo por parte de los dos equipos. Sin generar peligro claro, era a través de saques de esquina donde los dos lograban, al menos, inquietar. Se respiraba mucha tensión sobre el verde por lo que había en juego. Nada más y nada menos que el ascenso a Primera División y el descenso a Primera RFEF.

A la media hora de partido, Jozabed cayó lesionado. Otro infortunio más en la enfermería blanquiazul. Su lugar lo ocuparía Ramón Enríquez. Tuvo la primera Álvaro Vadillo después de un mal despeje de balón, aunque su disparo no cogió ni la fuerza ni la dirección necesaria para superar a Femenías. Crecía el Málaga en campo contrario. En un nuevo error en la salida de balón del Oviedo, Febas condujo un contragolpe que terminó con un mal centro de Sekou. Dos minutos más tarde, tendría una buena ocasión los locales en un córner bien lanzado por Vadillo, aunque pudo despejarla la defensa pese a la dificultad de la acción. 

Llegaría al descanso con el mismo resultado que como empezó, 0-0. Empatar quizás no era lo mejor, aunque prohibido era perder el partido. Por eso comenzaba la segunda mitad el Málaga bien arropado atrás, sin conceder espacios ni grietas que pudieran aprovechar los ovetenses. Apretaban a modo de impulso las más de 21.000 almas que se dieron cita en La Rosaleda. Sabían que la victoria también pasaba por el apoyo de la hinchada. Más aún cuando el Oviedo dio un paso hacia adelante subiendo el bloque. 

Llegaba la hora de partido con un Málaga insistente, pero al que le faltaba más cantidad de jugadores próximos al área. Eran solo Sekou y Brandon quienes ocupaban zonas de remate contra cinco defensores. Difícil hacer gol así. Estuvo cerca Borja Bastón primero y luego Luismi de desequilibrar la balanza, por suerte fallaron en sus respectivos disparos. Con jugadores con evidentes síntomas de cansancio, fue turno de mover fichas por parte de Guede. Entrarían Chavarría y Kevin.

A pesar del intento de revolución, no cambiaría mucho más el encuentro. Ambos preferían conservar un punto que le valía más al Oviedo que al propio Málaga, que aumentaría la agonía con la reducción de puntos sobre el descenso. Terminaría el encuentro con el Oviedo volcado sobre las cercanías de Dani Martín. Al final, reparto de puntos en un duelo equilibrado y sin un dominador claro. El descenso solo está a dos puntos.