Pablo Guede ha caído de pie en el
Málaga CF. Los resultados mucho han cambiado desde la llegada del argentino al banquillo. La
victoria contra el Leganés y a domicilio así lo confirman. También ha conseguido transformar en virtud el mayor defecto del equipo durante la temporada, la
eficacia de cara a portería.
Motivo principal por el cual a su último antecesor en el cargo le
costó el puesto. La dificultad para acertar en el arco contrario pese a generar ocasiones fue clave para no obtener puntos valiosísimos para la continuidad de Natxo González. El vitoriano sólo logró
seis puntos de los treinta disputados.
Esos seis puntos repartidos en una victoria y tres empates.
Números paupérrimos. Pero para cifra abrumadora del técnico vitoriano destaca los goles que consiguió el Málaga con él como máximo dirigente. En los diez encuentros, su equipo marcó únicamente
cuatro goles. Es decir, un ratio inferior a un gol cada dos partidos.
Este déficit anotador lo ha arrastrado el vestuario desde principios de temporada. Parecía que nada ni nadie lograría cambiar este aspecto en los jugadores blanquiazules, como si estuviese
condenado a sufrir para marcar hasta el final de campaña. O eso se pensaba hasta la llegada de
Pablo Guede.
Guede transforma en virtud el mayor defecto del equipo en solo dos partidos
El argentino ya puede decir que ha superado los números de
Natxo González. Todo en cuestión de dos semanas. Tiempo suficiente como para dar con la disposición táctica, sistema de juego y verticalidad necesaria para ser
En dos encuentros, el Málaga de Pablo Guede lleva
cinco dianas (dos contra el Valladolid y tres contra el Leganés), superando así los cuatro goles de Natxo en
diez partidos. El efecto Guede ya tiene sus frutos. Sobre todo en forma de gol, el gran déficit del equipo que ha convertido en virtud.