Debut agridulce de
Pablo Guede al frente del banquillo blanquiazul. Los dos goles de
Weissman empataron un encuentro que parecía encarrilado hacia la
victoria para los boquerones. A pesar de ello, el cambio de imagen y la imperiosa actitud de los jugadores demostró una rápida transformación bajo las órdenes del argentino. Tras el encuentro, Guede analizó el punto obtenido ante el segundo clasificado de
LaLiga SmartBank.
"Fue un . Pudimos contrarrestar al Valladolid por momentos, tiene un
club muy bueno. Creo que el punto es justo y no es fácil, generamos ocasiones de gol en el segundo tiempo y ellos la tuvieron. Más que nada me quedo con la actitud. No podemos
bajar la intensidad, la entrega y hay que imponer eso para conseguir los tres puntos", comenzaba exponiendo el técnico argentino.
El enorme esfuerzo físico y desgaste de los jugadores por conseguir los tres puntos, lo más reseñable del partido: "Tiene que ser igual y de ahí no va a bajar. No porque yo lo diga, sino porque
yo quiero. Todo lo que pasó es una caricia que necesitábamos y se lo dejaron todo. Si es de otra manera, el equipo no hubiera jugado como jugó, a eso es lo que voy. A partir de ahí hay que seguir metiendo a todos. Resaltaría el equipo, no un solo jugador. También es mérito de los futbolistas y de todo el equipo. Había que contrarrestar la gran virtud de ellos y destacaría a todos por la paciencia. En momentos, esporádicos. Le llegamos a la portería como para meter
algún gol más y eso es lo que valoro".
Entre los puntos negativos destacan los errores tácticos. Es ahí donde más tiene que incidir Guede para encontrar una rápida mejora: "
No me preocupa nada. Llegué y es lo que yo vi en los partidos, me lo transmitieron en la cancha. Estamos capacitados para hacer ese esfuerzo físico. Si no, no lo exigiría. Les exijo, porque sé que lo tienen y físicamente están muy bien y lo pueden dar. Ellos tienen un juego interior muy bueno. Estábamos obligados un poco a que jugasen por fuera para poder defender por dentro, se van contra el arquero. Eso es lo que buscábamos: intentar hacer un
6-5 y dejar uno por fuera para ganar superioridad con cualquiera y que Brandon y Vadillo subieran. Me encantó el trabajo del equipo".
Sin tiempo para lamentaciones, ya hay que pensar en el próximo rival, el Leganés en Butarque. "Nosotros ya tenemos que estar pensados en el Leganés. No hay tiempo para perder. Nosotros a lo nuestro. Lo mejor que te puede pasar en el fútbol es depender de ti. Lo único que tenemos que hacer es pensar en el Leganés, cómo se le puede ganar y ese tiene que ser el camino de las semanas que nos quedan. Ya veremos dónde nos deja la liga, no quiero perder tiempo en eso.
Leganés, Leganés, Leganés, Leganés€ Es lo que depende de nosotros. Yo no tuve que resetear nada, esa sensación no la tuve. Lo que sí sé es que les puse una valla, de aquí para arriba. No podemos bajar los pies. Podemos ganar, perder o empatar, pero de ahí para arriba", afirmaba también sobre el aspecto psicológico de la plantilla malacitana.
Por último quiso mencionar a la puntería de cara a puerta, la cual ha mejorado en su primer día como entrenador: "Es eso, a veces la metemos y otras no. Me encantó el primer gol. A las espaldas de los centrales sabíamos que pudiéramos hacer daño.
Me levanto y otra, me levanto y otra. No vi a nadie lamentarse y esto es lo que hay, el fútbol aprende de los errores, error y para adelante. Eso es lo que creo, es una de las cosas positivas del equipo, seguir generando situaciones de gol. No puedo ver el partido de otra manera, en los entrenamientos igual. No me preguntes por qué. Desde que empecé, son locuras mías y, si no, tengo al doctor. Me pincharon tantas veces la rodilla que no me va a molestar,
no lo puedo evitar".