A falta de un día para el estreno de
Pablo Guede como entrenador,
la ilusión y ánimo del
malaguismo está por las nubes. Más con las declaraciones del argentino. Tanto en su presentación el pasado lunes como en la previa del encuentro frente al
Valladolid.
Los de Pacheta son colíderes del campeonato a tres del primer clasificado. Un rival de enjundia en un momento más que complicado para
Guede y los suyos. "El sentimiento es
grande, pero ya estamos centrados en el partido. Es un gran equipo, un gran rival, pero tenemos
nuestras armas para pelear. Esta semana ha sido muy intensa. Están todos mis jugadores comprometidos en sacar esto adelante".
Durante su primera semana, pese a que no contó con el tiempo necesario, una de las funciones del argentino fue la de intercambiar opiniones y criterio con sus pupilos. No lo hizo con todos, pero sí con la mayoría del plantel: "Hablé con casi todos los jugadores. Les expliqué que no tenía tiempo para comunicarme con todos, pero lo pude hacer con la mayoría. Lo de
Brandon Thomas y la falta de gol no me preocupa, no es una
obsesión. Fue él el que tuvo la disposición para marcar, por eso hay que encontrarle en esas zonas para que pueda marcar".
En su llegada se encontró un equipo cabizbajo en ánimos. Es este aspecto el que más preocupa al técnico: "
Frustración es lo que he visto. No tener el premio del triunfo genera esto. Lo resumo todo en frustración. Al equipo se le ve que tiene muchas cosas buenas, pero se necesita ese pelín de suerte para poder definir un partido o no perderlo. El de
Girona no era para perder, y se pierde. Cuando sucede esto cuatro veces, entra la frustración. Los veo con una predisposición excelente y es este el camino".
Con el "esquema claro desde el lunes", Pablo Guede confesó que incluso dormiría en el mismo estadio por la emoción e ilusión de volver a casa: "Lo primero que pregunté es si había una
cama en La Rosaleda para dormir. Estar aquí es espectacular para mí".
El argentino, consciente de la importancia que tiene ganar, no quiso ni oír la palabra de moda en Málaga, la
'Guedeneta', haciendo símil con la corriente blaugrana con la 'Xavineta'. "¿Pero eso que es un coche de verdad?", decía con ironía Pablo Guede para finalizar la rueda de prensa.