Pablo Guede llega a
Málaga con un
fichaje prácticamente bajo el brazo. Es
Adrián López, que ya jugó diez minutos en el encuentro frente al Girona y que fue presentado este mismo martes como nuevo jugador blanquiazul. Llega por segunda vez a La Rosaleda, su hogar, al menos, hasta final de temporada. Con ilusión y con la predisposición de ayudar en lo que haga falta aterriza el delantero a la Costa del Sol.
El contrato que tengo es hasta final de temporada. Luego ya se verá, ahora toca poner toda la atención en lo importante, que son los partidos que quedan", decía sobre su futuro a corto plazo. Recuperado de sus molestias, Adrián está
contento e ilusionado con su vuelta a Málaga doce años después: "Es bastante complicada esta racha que he pasado. Ahora estoy muy contento y me encuentro bien, ilusionado con estar de vuelta y de poder vestir la camiseta del Málaga. Lo considero
mi casa y siempre me dio ese cariño cada vez que vine aquí. He tenido vínculo con Málaga por mi familia. Tenía ganas de estar con mis compañeros".
Entrenando desde hace días, el delantero llegó por aprobación expresa de
Natxo González. El mismo que salió del club la semana anterior y que ya cuenta con relevo, . Hasta el momento, la impresión con el argentino ha sido buena para el gijonés: "Han sido días intensos. Pablo viene con las ideas muy claras y nos lo ha hecho saber, transmite muy claro lo que quiere y vamos a responder bien. Tenemos que coger esos datos y llevarlos al partido. Existe una
mentalidad positiva".
En ese proceso de evolución emocional y psicológica, cobra importancia la figura de jugador veterano dentro del vestuario. Lo es Adrián López, al igual que capitanes como
Lombán o Escassi, al cual le gusta conversar con los más jóvenes para apoyarles en todo: "Hay una mezcla de veteranos y jóvenes en el equipo. Tienen que ir aprendiendo de los entrenamientos y de los jugadores veteranos".
Continuaba en relación a lo anterior: "Siempre intentaré ayudar
dentro o fuera del campo. Sea en el vestuario o cuando vea jugadores que estén de bajón, estaré pendiente a ellos y los ayudaré. Lo que me toque aportaré en todo. Los veteranos y capitanes tenemos que ayudar y dar palabras a los jóvenes".
A pesar de que lleva en Málaga bastante tiempo, las conversaciones entre club y jugador se llevan dando desde hace meses. En concreto desde el pasado verano cuando rescinde su contrato con el Osasuna: "Las conversaciones empezaron en
invierno y tuvimos la mala pata de la lesión que tuve. En un momento estábamos pensando en cosas de fuera que no se dieron. En el momento que hubo una conversación para venir, se quedó truncada por la
lesión. Se guardó una ficha el Málaga y pude
recuperarme bien. En el momento que hubo posibilidad, quise porque tenía ilusión".