Hay situaciones que no se pueden controlar. Por mucho que las trabajes, dependen únicamente de la calidad del jugador. Sucede en el (des)acierto del
Málaga de cara a portería. Solo le faltó esto para conseguir una
victoria fundamental para el equipo y para
Natxo González. No fue así, más bien todo lo contrario, de ahí la cara de incredulidad del entrenador en rueda de prensa. "
Orgulloso de mis jugadores", comenzaba el vitoriano en la que puede ser su última comparecencia como dirigente blanquiazul.
"Como entrenador orgulloso del partido que hemos hecho. Soy de los que piensa que esta forma de hacer las cosas te va a llevar más fácil al resultado. es la que es. Hoy he
disfrutado viendo este equipo", decía sobre su estado
anímico y la moral después de fallar en el examen más importante.
Avisado por Manolo Gaspar en la previa del encuentro, la dinámica no cambió para frustración de Natxo a pesar de verse la mejor versión del Málaga: "Los que habéis visto el partido sabéis cuál ha sido el desarrollo. La valoración es que hemos jugado
muy bien, hemos controlado y hemos tenido posibilidades. Los que han tenido pegada han sido ellos, aunque hemos hecho un
buen partido futbolísticamente hablando".
Por último, hizo referencia a la capacidad anotadora del rival frente a la suya propia. Las tuvo de todos los colores, pero siempre terminó fracasando dichos intentos: "Es la realidad. El Girona está en la situación que está, y gana. Cuando estás al revés es la diferencia. Por eso hay equipos arriba y equipos abajo. Tienen el potencial y la
capacidad para anotar la que tienen. Tienen ellos
51 goles con el de hoy y nosotros no sé ni los que llevamos. Ahí ha estado la clave".