No hace mucho tiempo, el fútbol tuvo que frenar a causa del brote por
Coronavirus. De pronto, la realidad cambió de manera radical. De ir a
La Rosaleda a guardar cuarentena obligatoria en el hogar. Aquello sucedió a mediados de marzo de 2020, hace aproximadamente dos años. Pasó después de ir días antes por última vez a Martiricos en la derrota 0-1 contra el
Zaragoza con gol de Luis Suárez en el minuto 86.
Pasaron muchos meses hasta volver al templo. Un total de cuatro meses hasta el regreso del equipo al templo. No así del público, que vio como las restricciones y
reducción del aforo en los estadios limitaba su presencia . El pasado
12 de junio de 2020 retornaba el fútbol a su debida 'normalidad'. Lo hacía en La Rosaleda con el
Huesca como rival. Los blanquiazules, entrenados por entonces por Sergio Pellicer, cayeron por 1-3 en un encuentro completamente loco.
En el minuto 25 de partido, el centrocampista visitante Juan Carlos Real vio la cartulina roja tras cometer una dura entrada a la altura del medio campo sobre
Tete Morente. Con más de una hora de partido, los boquerones jugarían con un hombre más, aunque con un gol menos. Al inicio del partido, David Ferreiro puso el primero gracias a una gran acción
superando a Cifu y, posteriormente, a
Munir. No le duraría la alegría al Huesca ni hasta el descanso.
Armando Sadiku, fusiló de penalti a Rubén Yánez para igualar el partido justo al borde del final. Sería el primero de las dos penas máximas que señalaría Moreno Aragón. La segunda, poco después, en el 45' tras un codazo de
Diego González, actual central del Elche, sobre
Dani Raba. Él mismo lo transformaría para devolver la felicidad a los oscenses.
Tras la vuelta de vestuarios, la polémica y excitación continuarían en La Rosaleda.
David Lombán fue expulsado por zancadillear a Rafa Mir cuando se marchaba solo ante Munir. Minuto 57 y ambos equipos jugaban con diez. Ya en el 80', el sevillista
Rafa Mir pondría de cabeza el definitivo 1-3 para un Huesca superior en el primer partido
post COVID.Málaga y Huesca, dos equipos venidos a menos
Mucho ha cambiado la vida para
Málaga y Huesca desde la última vez que se enfrentaron con La Rosaleda como escenario. Los visitantes peleaban por ascender a Primera División, mientras que el conjunto de Sergio Pellicer convencía a la afición con un juego vistoso y que ilusionaba a raudales. Dos años después, la situación es completamente opuesta.
El Huesca, decimoquinto en liga, busca ganar para olvidar, por fin, el descenso y comenzar a soñar con un hipotético
Playoff que de momento se antoja complicado. Por su parte, el Málaga de Natxo González intentará obtener tres puntos para distanciarse de la Real Sociedad B, equipo que marca el descenso a
Primera RFEF, hasta los nueve puntos.