Juande Rivas es el hombre de la semana en clave malaguista. Recoge titulares y elogios a partes iguales. Su gol contra el Amorebieta para certificar la primera victoria de
Natxo González le ha llevado incluso al once ideal de la jornada 30 de LaLiga SmartBank. Pero lo que hoy parece un camino de rosas para el central, ayer lo era de espinas. La lesión en el sóleo de su pierna derecha en noviembre y la posterior recaída con sus dolencias en el gemelo interno de la misma pierna le obligaron a frenar en diciembre, y también en febrero. Mucho tiempo apartado de la dinámica del grupo y trabajando casi en solitario. Son en estos baches emocionales donde mayor papel juega la máquina que todo carbura, la mente.
En una entrevista para
Radio Marca Málaga, el central se abrió sobre su método para gestionar y trabajar la psicología. "Llevo tiempo yendo a terapia", empezaba el jugador. "Es algo indispensable para mí. Te ayuda en todos los ámbitos de la vida y esas cosas suman, nunca restan". Una
herramienta que ya utilizó el vestuario y que instauró el técnico malaguista para "ayudar" a los futbolistas a mejorar el aspecto emocional. Clave en el rendimiento deportivo,
Juande Rivas reconoció la frustración que sentía al no poder entrenar con el resto de compañeros: "Hay que ser fuerte. Cuando te levantas por la mañana y no puedes entrenar es duro, son experiencias que tienes que pasar y aprender de ellas. Era una sensación de que no puedes estar y estás cerca. En esos momentos quizás el cuerpo no debería apretar tanto, son
momentos de dosificar y recuperarse bien. Tienes que ser fuerte de cabeza en el tema de estar cuando tienes que estar".
Y cuando estuvo, se notó. Podría ser el regreso soñado por todo jugador.
Gol y victoria del equipo. El mismo que venía en una progresiva mejora desde el encuentro frente al Zaragoza. "Soñaba que fuese así mi vuelta al césped, pero siempre tienes esa incertidumbre. Pensaba en los momentos que me levantaba peor. En algún momento iba a llegar trabajando como el que más, aunque estuviese apartado del grupo. Ha coincidido con la victoria, pero el equipo ya estaba haciendo las cosas bien. Los resultados no acompañaban, nos merecíamos tanto esta victoria y la esperábamos todos. La recompensa se vio el otro día, el equipo pudo ganar y ayudé con un gol", decía el cordobés.
Aunque rindiese a las mil maravillas en Lezama, todavía no está en plenas condiciones físicas. Los meses de ausencia y la falta de continuidad competitiva requieren de tiempo y trabajo para volver a alcanzar el pico óptimo de forma. Es a través de los entrenamientos diarios y la acumulación de minutos el modo para llegar a ello. Recuperando sensaciones, tiene este sábado una dura prueba. La
Ponferradina, próximo rival del
Málaga CF, es uno de los aspirantes a entrar en los puestos de Playoffs. Ya en la ida dieron muestra de su potencial y argumentos para estar entre los seis primeros.
Por ello y más,
Juande no se fía del próximo compromiso en
La Rosaleda: "Son un equipo muy sólido y regular, lo están demostrando. Personalmente es un reto y me gustan estos partidos de enfrentarte a gente de este nivel y es así como se demuestra. El partido de la ida no se olvida y hay que intentar sacar este partido para ganar dos seguidos. Hay que dar lo máximo".
Juande Rivas, casi más malagueño que cordobés
Nacido en Córdoba el
7 de julio de 1999, Juan de Dios Rivas lleva prácticamente toda su vida en Málaga. Firmado por el conjunto blanquiazul cuando tenía 13 años, ha crecido como persona y jugador en la Costa del Sol. De ahí su amor por la ciudad y el club. "El Málaga es el
club de mi corazón, llevo desde los 13 años aquí. He hecho toda mi vida desde que tengo conciencia, soy casi
más malagueño que cordobés. Es el club que me ha hecho profesional", afirmaba contundente el zaguero.