El fichaje más fugaz de la historia reciente del
Málaga CF regresa este lunes a La Rosaleda. Una historia de amor que duró cinco días. Incluso recibió una canción en su nombre. Este no es otro que
Shinji Okazaki. Una estrella en el sur de España con el cartel de campeón de la Premier League bajo el brazo. El japonés volverá por segunda vez a la que se presuponía que iba a ser su casa, al menos, durante la campaña 2019/2020.
Pero no fue así. La culpa, del de siempre.
Abdullah bin Nasser Al Thani. El por entonces presidente del club solo tenía que autorizar su fichaje mediante una firma, la cual no llegó pese a que él mismo lo oficializase en su cuenta de
Twitter. Su mensaje, el siguiente:
"Okazaki estará con nosotros el próximo año". Pero era mentira. Otra más. Y en el canal donde más le gusta y donde tiene bloqueada a más de media ciudad. El desenlace final, todos lo conocéis.
Además de no aprobar su incorporación, el desfasado
límite salarial en el que estaba envuelto el Málaga CF obligó al jugador a rescindir el contrato en las últimas horas del cierre del mercado de verano. El Huesca fue finalmente su destino. Por su parte, Al-Thani impuso el fichaje de
Benkhemassa. El argelino aterrizó en la Costa del Sol sin que la dirección deportiva del club tuviese un informe firme de las cualidades del centrocampista. Una más del jeque. Pero esta trajo cola. Multitud de pintadas alrededor de La Rosaleda rezaban contra la figura de
Al-Thani y su familia confirmando el punto de no retorno entre afición y jeque.
Hoy, más de dos años después, el malaguismo no olvida al fichaje frustrado que más ilusión causó a la afición. Regresará con la camiseta del
Cartagena en el peor momento del conjunto de
Natxo González, obligado a ganar para no coquetear más de cerca con los
puestos de descenso. A priori, se espera que el japonés no salga desde inicio. Así lo vienen pronosticando sus últimos encuentros donde solo contó con los últimos minutos de los pasados dos encuentros de LaLiga SmartBank.
Con esta será su segunda vez que visita La Rosaleda, a la que incluso envió una emotiva carta de despedida con deseo de volver, aunque vestido de blanquiazul. La primera vez que fue a Martiricos data de junio del 2020. Vestido con la elástica oscense consiguió una holgada victoria por 1-3 con goles de Ferreiro, Raba y Rafa Mir, mientras que
Sadiku puso el tanto del honor para los boquerones.
Este segundo retorno se espera más frío y distante que el anterior entre afición y jugador, aunque seguramente se escuchen aplausos hacia su persona, al menos, cuando el spiker 'cante' su nombre. Un matrimonio entre
Málaga y Okazaki que duró tanto como una estrella fugaz.