Manuel Pellegrini está de moda en LaLiga. Sus números con el Real Betis recuerdan a los ya conseguidos por el chileno en sus anteriores proyectos en Villarreal y Málaga. Y es que
su Betis recuerda en estilo y juego a los otros equipos que dirigió previamente antes de ser considerado como uno de los entrenadores más respetados en Europa. Camino de la final de la
Copa del Rey y con el paso firme en los puestos de , el técnico está asentando las mismas bases e ideas que tan buen fruto le dieron en el pasado.
Alegre, combinativo y bajo la figura de los magos
Canales y Fekir, el conjunto verdiblanco, sin contar con un presupuesto al menos cercano al de los clubes punteros de España, ya es respetado y admirado como aquel Málaga de
Isco y Cazorla o el Villarreal de
Juan Román Riquelme y Forlán. Muchos son los paralelismos de este Betis con los dos equipos mencionados. Desde la figura del media punta con movilidad libre por detrás del delantero hasta la incorporación de 'falsos extremos' con capacidad de combinar y jugar por dentro para aprovechar las bandas con laterales punzantes y profundos. Todo bajo el intocable sistema del 1-4-2-3-1.
Un remedio casero con éxito en la carrera de Pellegrini. En su Betis, hoy tercero a pesar de la última derrota frente, precisamente, el Villarreal, es inamovible la pareja de centrocampistas contundentes y con capacidad para abarcar campo. Los
Guido, William Carvalho o Guardado bien recuerdan a dúos históricos como el Senna-Josico o el
Camacho-Toulalan. Más de lo mismo ocurre con 'extremos' con alma de centrocampista o, incluso, de delanteros. Véase así los ejemplos de
Cazorla-Riquelme en el cuadro groguet o el Joaquín-Cazorla del equipo malacitano. Ahora, con Juanmi y Canales como nexo de unión con el gol.
En su ingeniería particular y de post grado, el puesto más importante para
Manuel Pellegrini radica en la media punta. Quizás la única variante de su primer proyecto en El Madrigal con respecto a los últimos éxitos en los dos conjuntos andaluces. Allá por el 2004,
Guiseppe Rossi formaba punta de lanza con
Diego Forlán. Cierto es que el italiano no era un delantero al uso, sino un jugador con infinitos movimientos y desmarques que complementaba a las mil maravillas con la voracidad del '7' uruguayo.
Con el paso del tiempo, Pellegrini comenzó a utilizar con más asiduidad el puesto de '10'. Prácticamente liderado por el crack y estandarte del equipo. Así pasó con
Isco y el Málaga, y así sucede hoy con
Fekir en el Real Betis. Una receta inmejorable para el plato final, el lugar del '9'. Como Van Nistelrooy o Saviola en su día, en el presente lucen Willian José o Borja Iglesias gracias al excelso trato de balón de las líneas de creación del equipo.
Muchas similitudes entre tres humildes proyectos que abanderan el amplio currículum de Manuel Pellegrini... Y algunas excepciones como aquel
EuroMálaga que estuvo cerca de clasificarse para las semifinales de la Champions League con un vestuario en impagos por parte del ex presidente Al-Thani.