Se dio prisa el
Málaga en cerrar sus dos primeras incorporaciones, las que dejó encarriladas incluso antes de que se abriera el mercado. Así es la estrategia que suele utilizar
Manolo Gaspar a sabiendas de que no puede competir de tú a tú con el dinero de otros rivales de la categoría. Los refuerzos de
Vadillo y de
Aleix Febas no habrían llegado de otro modo, si bien ya son blanquiazules hasta final de temporada.
Pero
aún hay trabajo por hacer en el conjunto blanquiazul. A la espera de encontrar un central que pueda completar la terna con
Juande, Peybernes y Lombán, ya ha comenzado la operación salida con la
marcha de Iván Calero al Alcorcón. Y no será la única. La plantilla es extensa después de los refuerzos antes citados y tras la aparición a lo largo del curso de algunos canteranos que han ofrecido un buen rendimiento, como
Roberto, Kevin y Dani Lorenzo, entre otros, y a los que no se les quiere bloquear.
Deberes tiene por delante aún la dirección deportiva en estas dos semanas que quedan de mercado invernal. Mirando lo que les sobra a los conjuntos de Primera de la zona media baja y también buscando salidas de aquellos que no cuentan o, si lo han hecho, no han demostrado su potencial.
Isma Gutiérrez y Jairo Samperio son dos de los claros candidatos a salir. En ningún caso forzarán una salida, pero si quieren disfrutar de minutos importantes, en Málaga lo tendrán harto complicado. Del mismo modo,
Ismael Casas también lo tiene complicado si termina llegando otro defensa. Como lateral derecho, y a pesar del adiós de Calero, sus oportunidades van a ser contadas viendo la confianza ciega que en
Víctor Gómez tiene el entrenador. Incluso se habla de la opción de que se rompa la cesión con el
Granada y
Antoñín regrese a las órdenes de
Robert Moreno, aunque el técnico rojiblanco no cuente tampoco con su regreso.Sea como fuere, habrá varios movimientos, tanto de entrada como de salida para intentar mejorar una plantilla que debe tener entre ceja y ceja el objetivo de luchar por los playoffs de ascenso.