La voz del malaguismo pidiendo la dimisión al entrenador se hizo notar durante los diez últimos minutos del partido ante el
Leganés. El gol de
Juan Muñoz, el de la sentencia para los pepineros, sentó a cuerno quemado para una afición que se había dejado la garganta para animar a sus jugadores en busca del empate. Pero estos les defraudaron con un encuentro en el que no fueron capaces de tirar a puerta durante los 96 minutos que se jugó. Incluso aún peor sentó que el técnico,
José Alberto López, se marchara antes de que el encuentro finalizase y la situación se volviera más tensa aún.
El asturiano no pasa por su mejor momento de popularidad. Nunca lo ha tenido, de hecho. Ya entró con mal pie cuando, por ejemplo, no supo explicarse a la hora de justificar el porqué de la falta de oportunidades a
Ismael Casas. Y, a partir de ahí, todo ha ido a peor.
La realidad, sin embargo, es distinta en el seno del club.
Manolo Gaspar es su principal valedor y no se va a rendir con él tan fácilmente. Le firmó dos temporadas porque esa es la duración del proyecto. La actual, sin renunciar a nada, debía servir para asentar a los jóvenes, para seguir creciendo y competir de tú a tú. La segunda ya llevaría el objetivo a luchar por el ascenso.
Hay calma, por tanto, en la dirección deportiva a pesar de los malos resultados con los que ha cerrado el Málaga el año.Son conscientes también los responsables deportivos que las bajas han castigado mucho. Algunas, como las de
Luis Muñoz y Juande, más que otras. Y
las ausencias han impedido realizar rotaciones para repartir esfuerzos y esconder algunos malos momentos de futbolistas. De ahí que, entre el parón y el
mercado, se sea optimista para recuperar a algunos lesionados y seguir reforzando la plantilla.
José Alberto López, a pesar de lo que piense un sector del aficionado malaguista, se comerá tranquilo el turrón.
Tiene crédito en la zona noble. Y no se va a agotar por unos cánticos, por quedar fuera de una Copa que no les interesaba demasiado o por haber sumado sólo 1 punto en los últimos cuatro partidos.