Ha anotado dos goles en los dos últimos partidos. Serían tres en otros tantos encuentros si no hubiesen anulado el del Valladolid. Demuestra llegada desde el centro del campo, pero también ejerce de sostén del equipo, su rol principal. Es
Genaro Rodríguez, el nuevo
multiusos del Málaga CF.
La desgraciada
lesión de Luis Muñoz, el alma del equipo blanquiazul, dejó un hueco en la medular.
Ramón Enríquez y
Genaro opositaron a su plaza y, de momento, ha sido el sevillano quien ha ganado la partida. Su compenetración con
Escassi, indiscutible como pivote defensivo, le ha ido de perlas al equipo dándole consistencia y permitiendo, al mismo tiempo, soltarse en ataque sin que el equipo se parta.
El ex canterano sevillista fue una petición expresa de José Alberto López. Había quedado libre tras su temporada en el
Mirandés, donde coincidió con el técnico, y este no dudó en repescarlo para su proyecto en el
Málaga a pesar de que sólo le diera la titularidad en siete ocasiones y lo utilizara más como revulsivo que desde el inicio. Le dio igual, confiaba en él y se lo propuso a
Manolo Gaspar, director deportivo, asumiendo también que podría actuar de central en caso de necesidad.
De momento, Genaro está dejando más que bien a su mentor. Ya ha disfrutado, tras el duelo del
Carlos Tartiere, de las mismas titularidades que la pasada campaña. Y lo que le queda.
Su estado de forma es envidiable, lo que le permite aproximarse al área rival y convertirse en una amenaza para los porteros rivales, ya sea con sus disparos lejanos o con sus remates de cabeza o al segundo palo.
Genaro firmó por el Málaga CF hasta el 30 de junio de 2022 con una opción para renovar el contrato un año más en caso de disputar un número determinado de partidos. De seguir así, en un par de meses se podría
certificar su continuidad como blanquiazul.