La polémica está servida en
Granada. Si el ambiente entre la parroquia nazarí ya estaba lo suficientemente caldeado, ahora ha llegado a su punto álgido, ya que tras la finalización del Granada -
Celta salieron a la luz varios hechos que dañan aún más la imagen del club.
Transcurrían los minutos finales del citado encuentro con el Granada en busca de la remontada cuando su afición comenzó a entonar el “¡directiva, dimisión!”, secundado por la
Grada 1931, la grada de animación de la entidad nazarí. Un miembro de seguridad del club se dirigió hacia ellos instándoles a que cesaran los cánticos pues según reflejan en un comunicado, este les transimitió que cuestan “mucho dinero al club”.
Varias horas después del encuentro fueron saliendo a la luz los acontecimientos que han colmado la paciencia de los directivos de la grada de animación, cuyo resultado ha sido una dimisión en bloque. Este es el comunicado emitido por los directivos de la Grada 1931 tras presentar su renunciar:
“Lamentablemente, tras todo lo acontecido durante la temporada y siendo el partido frente al Celta la gota que colma el vaso, los coordinadores de la Grada 1931 presentamos en bloque nuestra dimisión.
Consideramos que hay una opresión y un control excesivo sobre la grada de animación. El hecho de que, tras un cántico de “directiva dimisión”, generalizado en el estadio y no iniciado por nosotros, se acerquen desde la seguridad del club hacia los encargados del micrófono, pidiendo que no se cante eso y citando textualmente: “le costamos mucho dinero al club”, nos ha hecho pensar que no tenemos por qué aguantar dicho trato.
Entendemos perfectamente que ese cántico no debe ser iniciado ni secundado en la grada de animación del club, pero también hay que ser consciente de que es una grada pasional, y más aún en la situación en la que se encuentra el equipo a estas alturas de temporada. Como hemos comentado antes, ha sido la gota que ha colmado el vaso.
Definitivamente, no hemos recibido el trato que merecíamos durante la temporada. Ha sido un año duro, donde la relación entre club y grada ha dejado mucho que desear. Solicitudes tan simples como mover el altillo de un punto a otro, hacer soportes para los bombos o arreglar nuestro sistema de megafonía, han tardado semanas, incluso meses, en ser efectuadas. Un convenio entre club y grada que ayudaría a un mejor funcionamiento de esta lleva cerca de diez meses a la espera de ser ratificado.
No aprobar un tifo para este último partido porque querían un boceto previo sin pagar al autor de este, o no poder meter tubos de confeti en el estadio para lanzarlos por si cae algún papel al campo. No avisarnos sobre la hora concreta a la que pasaría el bus del equipo por la zona del estadio, encontrándonos en la situación de que pase antes de la convocatoria del recibimiento. Cada una de ellas ha sido una piedra en el camino que ha dificultado nuestra labor y ha mermado nuestra ilusión por traer iniciativas.
Resumiendo un poco todo lo que nos ha molestado en esta temporada:
No hemos tenido ni tan siquiera un presupuesto para gestionar el año.
No hemos tenido material en buen estado.
No hemos tenido oportunidad de autogestionarnos.
No se ha dejado ninguna posibilidad de que la grada tenga identidad propia.
Nos apena mucho esta decisión, pero creemos que es momento de dar el paso y que entre gente nueva a llevar a la grada, ya que notamos y recibimos quejas de descontento por parte de nuestro propios miembros por las numerosas restricciones para tan poco apoyo del club. No comprendemos actualmente el modelo de grada de animación que se quiere llevar a cabo, pro lo que preferimos echarnos a un lado y empezar desde cero. Estamos a favor de que, dentro de unos ciertos límites, como abonados que somos del Granada CF, tengamos libertad de expresión y podamos mostrar nuestro malestar si la situación lo requiere.
Actualmente, con la normativa respecto a las gradas de animación por parte de LaLiga, y con la forma tan estricta de ejecutarla por parte del Granada CF, nos sentimos criminalizados y fuera de lugar. Creemos ser una grada modélica en cuanto a comportamiento, y así ha sido reconocido por LaLiga en pasadas temporadas. No ha habido ni una sola multa al club.
A pesar de esta dimisión, los coordinadores seguiremos apoyando en estos últimos partidos en casa como peñistas de nuestro propio colectivo, entendiendo que son vitales para el devenir del equipo. Esperamos que el resto de granadinistas comprendan nuestra situación como voluntarios activos y nos acompañe en la Eterna Lucha. Como dice el cántico: pasa el tiempo, pasa la gente, jugadores, presidentes, y nosotros aquí presentes, animando hasta la muerte.
En definitiva, ha sido una temporada en la que se ha tratado de aguantar en pro de seguir animando al equipo, pero consideramos que se ha llegado al límite. Se ha menospreciado al aficionado y la labor de todos los colectivos, creando una ruptura social que ha llegado hasta un organismo del propio club como es la Grada 1931.
Por último, nos gustaría agradecer todo el apoyo que hemos recibido durante todos estos años, tanto por parte de la afición como de nuestros propios miembros, que han animado sin descanso sabiendo que estábamos en una situación complicada y estando sometidos a grandes presiones por parte de las normativas. Todo lo que hemos hecho estos años ha sido sin ánimo de lucro, donde nuestro único beneficio era la alegría y el contento de nuestra gente.
Ha sido un orgullo liderar este proyecto junto a nuestra gente y el granadinismo”.