Granada y
Rayo Vallecano, rivales directos por la permanencia y separados por solo cuatro puntos, se enfrentan en el Nuevo Los Cármenes con el objetivo común de conseguir una victoria que les permita mejorar sus malos resultados de 2022 y alejarse de los puestos de descenso que acechan al conjunto nazarí.
El equipo andaluz llegaba al partido con el balón de oxígeno que le supuso el triunfo logrado en la anterior jornada ante el
Alavés (2-3), pero obligado a ganar para poner tierra de por medio con los tres últimos clasificados. Además, una victoria hubiera permitido al técnico
Rubén Torrecilla, aún interino tras reemplazar al destituido
Robert Moreno, permanecer al frente del equipo hasta final de temporada.
Sin embargo, los nazaríes entraron al duelo dormidos, algo que el Rayo aprovechó para llegar al descanso con dos goles de ventaja obra de
Catena y
Guardiola. Ya en la segunda parte,
Torrecilla dio con la tecla y el equipo granadino consiguió igualar la contienda e
incluso se quedó a las puertas de remontar.
Y podría haber sido peor en el primer acto; pues Hernández Hernández perdonó la expulsión por doble amarilla a Petrovic, que salió al verde pasado de revoluciones. El serbio debió ser expulsado después de hacer dos entradas merecedoras de amarilla en pocos minutos. El colegiado canario, en la segunda, simplemente le pidió tranquilidad ante un Iraola desatado.
A la vuelta del entretiempo, Rubén Torrecilla quiso probar algo nuevo al dar entrada en el verde a Machís y Eteki en detrimento de los amonestados Petrovic y Collado. Igual que le perdonó al serbio la amarilla Hernández Hernández en la primera mitad, no lo hizo igual con Santi Comesaña, que vio dos amarillas justas para dejar con diez a los suyos en el 52' tras una dura entrada sobre Sergio Escudero.
El Granada se vino arriba con esta expulsión y el público comenzó a animar a su equipo. A partir de ahí, llegó un carrusel de amarillas infinito con la expulsión de Iraola, técnico rayista y el penalti decretado por el colegiado al apreciar mano de Mario Suárez una vez el VAR le advirtió sobre la existencia de las mismas.
Precisamente
Iraola fue expulsado mediada la segunda parte por, s
egún desveló en conferencia de prensa, pedir a su jugador Álvaro García que "perdiese tiempo".
"Sientes que has hecho un trabajo de la leche, que nos merecemos el premio, y que te lo han quitado", confesó el técnico rayista.
En la misma línea crítica se mostró al término del choque el central Alejandro Catena. "El árbitro dice que la toca con la mano. Yo creo que la despeja con la cabeza porque el balón sale hacia adelante y creo que, el penalti, cuanto menos es dudoso. Por todo esto, tras ponernos 0-2 y acabar empatando, el resultado sabe mal", dijo Catena.