Granada y
Rayo Vallecano, rivales directos por la permanencia y separados por solo cuatro puntos, se enfrentan en el Nuevo Los Cármenes con el objetivo común de conseguir una victoria que les permita mejorar sus malos resultados de 2022 y alejarse de los puestos de descenso que acechan al conjunto nazarí.
Tras el empate entre nazaríes y rayistas, el centrocampista rojiblanco
Luis Milla atendió a los micrófonos de
Movistar+ para repasar todo lo que había ocurrido en un partido en el que
los rojiblancos estuvieron cerca de remontar, pues lo tuvieron "en la cabeza de Molina", tal y como dijo Milla.
"Es una pena", lamentó el madrileño, "después de la expulsión del Rayo, el equipo se fue hacia adelante y ahora nos quedamos con sabor agridulce; en la primera parte no estuvimos bien, y en la segunda parte el equipo sí que demostró ser el que es".
Al ser cuestionado sobre qué pudo fallar en la primera mitad en la que el Granada estuvo muy gris, Milla cree que fueron "los duelos y la intensidad". "Hay que igualarlos, estas cosas no nos pueden volver a ocurrir", esgrimió el rojiblanco, que además, advierte que
"ya nos ha pasado varias veces esta temporada".
El cerebro del Granada fuel el autor del tanto del empate rojiblanco desde los once metros. "He estado ensayando formas de tirarlo porque los últimos seis los tiré al mismo sitio y tocaba cambiar", analizó Milla.
Un Granada - Rayo de locura
El primer tanto llego desde un saque de esquina al que precedió una jugada en la que Milla erró. En el córner, Domingos Duarte perdió de vista a Catena, que remató a placer para hacer el primero en el minuto 6.
Tras un cambio de orientación cazado por el exrojiblanco Álvaro, este se la cedió a Guardiola, para hacer valer la ley del ex y asestarle otro golpe al que un día fue su equipo.
Hernández Hernández perdonó la expulsión por doble amarilla a Petrovic, que salió al verde pasado de revoluciones. El primer tiro a puerta del Granada no llegó hasta el minuto 37, uno muy blandito obra de Quini y hasta aquí la primera mitad de los nazaríes; unas de las más grises de la temporada que recuerda al 4-0 de la ida en Vallecas.
A la vuelta del entretiempo, Rubén Torrecilla quiso probar algo nuevo al dar entrada en el verde a Machís y Eteki en detrimento de los amonestados Petrovic y Collado. Igual que le perdonó al serbio la amarilla en la primera mitad, no lo hizo igual con Santi Comesaña, que vio dos amarillas justas para dejar con diez a los suyos en el 52'.
Ya rozando el minuto 70, un centro del recién ingresado Uzuni al área rebotó en el estómago de Germán con la suerte de que Molina estaba ahí para fusilar y hacer temblar los cimientos de la meta defendida por Dimitrievski golpeando la bola primero el larguero y botando dentro de la línea de gol.
Cuando todo el pescado parecía vendido, al colegiado le advirtieron desde el VAR para que fuera a revisar una acción en la que se vieron involucrados Germán y Mario Suárez y Hernández Hernández decretó penalti por manos del rayista. Al lanzamiento, ya en un descuento de más de diez minutos fue Luis Milla, que transformó con toda la tranquilidad del mundo.
En un Nuevo Los Cármenes sumido en la locura más absoluta, a punto estuvo Molina en el 98' de consumar la remontada con un testarazo que se marchó al travesaño.