El Granada solamente ha efectuado hasta el momento una incorporación en el presente mercado invernal, pero esta ya amplía
las alternativas de Robert Moreno para afrontar los encuentros. Álex Collado sumó este domingo su primera titularidad como jugador rojiblanco,
ante Osasuna, en la que d
esplegó las cualidades que convencieron al técnico catalán ya el pasado verano y le han llevado a Los Cármenes para afrontar la segunda mitad de la temporada. El joven extremo
reemplazó a Machís, pero se ubicó en la banda contraria a la que suele ocupar el vinotinto y acabó moviéndose por todo el terreno de juego.
El atacante apenas había jugado un tiempo entre lo disputado en su estreno, contra el Barcelona, y en Getafe, el pasado jueves, pero aprovechó el tiempo para mostrar ciertos destellos de su fútbol.
Es técnico, le gusta llevar el balón cerca de la bota y combinar por dentro, siempre hacia su pierna zurda. Robert Moreno le incluyó por primera vez en la alineación este domingo, en el carril diestro, y le otorgó licencia para desplegar sus habilidades.
Duró poco en la banda, debido al cambio de sistema con el que el técnico rojiblanco trató de controlar un encuentro que se le acabó escapando. Ello permitió que Collado exhibiera ante su público las alternativas que ofrece. La recuperación del 1-4-2-3-1
le desplazó hacia el centro, justo detrás de Jorge Molina, que quedó como único delantero en el dibujo. Con Luis Suárez en un costado y Puertas en el otro, el joven catalán tomó peso en la construcción del juego.
Se ofreció para ejercer de bisagra y se movió entre líneas para desajustar el entramado rojillo, de verde en la pasada jornada. Conectó bien con Milla, lo que propició también que el Granada circulase con mayor fluidez, y se involucró en el continuo giro de una banda a otra con el que el cuadro local trató de abordar a su rival.
Fueron estos los mejores minutos del conjunto rojiblanco durante todo el encuentro.Fue sustituido en el descanso por Maxime Gonalons, de forma que Montoro adoptó su rol a la vuelta de los vestuarios, pero el equipo entonces no funcionó. Collado no se escondió durante su presencia en el césped y presentó sus credenciales también para actuar como enganche. De hecho, la posición retrasada a la que cayó con frecuencia en busca de protagonismo con el balón también
sugiere la posibilidad de que desarrolle su juego en el centro del campo, como volante en un esquema con tres mediocentros, si es que Robert Moreno lo recuperase.
Son cuatro, por tanto, las plazas en las que se podría desenvolver el atacante rojiblanco, lo que da margen de maniobra a su técnico de cara a lo que resta de curso. Ofrece una posibilidad de refrescar a hombres habituales, como el propio Darwin Machís y Antonio Puertas, así como de revolucionar encuentros atascados. Queda por ver el rol que adopta una vez que Rochina, que a priori abarcaría la misma zona de actuación, se recupere por completo. Soro, que también se mueve en esa franja, permanece por el momento relegado a un papel más secundario.