El último intento de los capitanes del Granada por retener a Diego Martínez

Chema Ruiz EspañaChema Ruiz España4 min lectura
Cuando Diego Martínez concluyó que su etapa en el Granada había terminado, lo primero que hizo fue llamar a los capitanes. Víctor Díaz (Sevilla, 1988), el primero de ellos, recuerda la marcha del técnico vigués como un momento "muy duro". "Le debo mucho", reconoce durante su entrevista con ESTADIO Deportivo. Con él en el banquillo, el defensa recogió el brazalete y lo portó tanto por los estadios de la Primera división como por los escenarios europeos, a los que espera que el club vuelva algún día. "Para eso trabajamos todos los días", sostiene.


-Con Diego Martínez, el equipo alcanzó cotas históricas. ¿Cree que se puede llegar a repetir en el futuro lo del año pasado?
-Para eso trabajamos todos los días. Ojalá. No soy un visionario ni mucho menos, pero creo que lo más importante se ha hecho: que un club como el Granada, que siempre ha estado peleando por no descender, consiga jugar competición europea. Yo, sobre todo, lo mido con los niños. Cuando llegué, era difícil ver a uno con la camiseta del Granada; ahora, es difícil ver a uno que no la lleve. Ellos ya han vivido lo que es el Granada en Europa, ya tienen ese pensamiento. Ojalá que toda esa gente y esa cantera que viene desde atrás vean que hemos sido capaces de conseguir esas cotas, jugar en Europa, y que se vuelva a conseguir. Si no es en el presente más cercano, que sea en el futuro, pero, sobre todo, que el club mantenga una línea de seguir muchos años en Primera división, no tantos vaivenes de subir y bajar. Esa estabilidad es la que te permitirá en un futuro afrontar otros retos.

-¿Cómo vivió el vestuario la marcha de Diego Martínez?
-Fue muy duro. Recuerdo dónde estaba y qué estaba haciendo a la hora en que él me llamó para comentarme la decisión que había tomado, aunque yo, prácticamente, lo tenía asimilado por lo que veía. Fue un momento duro. Entre los capitanes hablábamos por WhatsApp y nos llamamos por teléfono porque sabíamos lo que iba a pasar, por si podíamos hacer algo para que él continuase, pero su decisión estaba tomada. Él entendía que era lo mejor. Con mucha pena, pero hay que seguir. El fútbol y la vida siguen. Le deseamos el mejor de los éxitos, porque se lo merece, pero nosotros ahora mismo estamos siguiendo el legado que él ha dejado, intentando seguir escribiendo historia, aunque no esté él.

-¿Qué significa Diego Martínez en su carrera?
-Yo le debo mucho. Durante toda tu carrera, conoces a muchos entrenadores, pero yo creo que él es de los más especiales, si no el que más. Por encima de la relación profesional, hay una relación personal después de tantos años. Ha parecido todo muy bonito durante estos tres años, pero surgieron muchos problemas que hemos tenido que hablar él y yo. Como es lógico, ha habido momentos de tensión entre él y yo -ríe-, pero nuestra relación personal va mucho más allá del fútbol. Sucede conmigo y con otros compañeros. Es una persona a la que le tengo mucho aprecio y le debo mucho.