El Granada anunció este viernes
la renovación de Adrián Butzke y Bryan Zaragoza, jugadores del Recreativo, pero habituales en la dinámica de trabajo del primer equipo. El delantero extendió su vinculación hasta 2026, mientras que el extremo lo hizo hasta Son los últimos jóvenes rojiblancos por los que han apostado tanto Robert Moreno como el club, que tomó hace tres años un nuevo rumbo en cuanto a su planificación de cantera.
Las puertas del primer equipo ya no están cerradas para los talentos que crecen en las categorías inferiores, sino que la entidad construye sobre ellos su futuro. Seis son los pilares ya arraigados, que conforman una base sólida para trabajar en años venideros.
La primera piedra de este porvenir se puso con
la renovación de Isma Ruiz hasta 2023, después de la histórica campaña 2018/2019 en el Juvenil División de Honor del club. Saltó al filial rojiblanco y, poco a poco, comenzó a colarse en los entrenamientos del primer equipo, aún con Diego Martínez al mando. El técnico vigués le hizo debutar con los mayores en Copa del Rey en la temporada 2019/2020 y, un año más tarde, tanto en Liga como en Europa League. En este curso, son cinco los encuentros que ha disputado, que le han servido para convertirse en una de las opciones que Robert Moreno tiene en cuenta para afrontar cada duelo.
El centrocampista, de 20 años y nacido en el municipio de Gójar, llegó a la estructura rojiblanca cuando era alevín, tras dar sus primeras patadas en La Zubia y en el Ogíjares 89. Salió, más tarde, para seguir creciendo en Maracena y Santa Fe, pero
regresó en la campaña 2016/2017, siendo ya cadete. Desde entonces, ha ido escalando por las categorías inferiores del Granada.
Isma Ruiz se introdujo en la rutina del primer equipo a la par que Pepe Sánchez, si bien antes de la prolongación del vínculo del central llegó la de
Ángel Jiménez. Nacido en el 2002 en Granada, el portero disputa en el presente ejercicio su primera campaña como miembro del filial granadinista, aunque ya debutó en Primera división con una actuación que se quedó en el recuerdo de la hinchada rojiblanca. Siendo juvenil, se puso bajo los palos en el Reale Arena, en aquel duelo del curso pasado en el que el conjunto nazarí se vio obligado a alinear a varios miembros de sus categorías inferiores. Detuvo un penalti y dejó varias paradas de mérito, lo que le hizo ganarse los elogios.
El guardameta, criado en la cantera del Granada desde que es alevín,
firmó un nuevo contrato con el club que le vincula a él hasta 2024. Se le pule con calma, pero con vistas a un futuro en la portería de Los Cármenes. Delante podría formar el mencionado
Pepe, que en el pasado mes de septiembre extendió su acuerdo también hasta 2024. El zaguero, natural de Linares, creció a la par que Isma Ruiz desde que se integró en la estructura nazarí en 2017, como juvenil. Ambos debutaron juntos tanto en Copa como en Liga, y el curso pasado en Europa League, si bien el zaguero disfrutó de más minutos durante la campaña pasada.
En el presente ejercicio, aunque trabaja a diario con el equipo, solamente ha jugado en Copa, ante el Laguna, en un duelo en el que formó pareja de centrales con Raúl Torrente.
La renovación del murciano, también hasta 2024, se anunció el mismo día que la de Pepe. Llegó al club en la temporada 2018/2019 y en este curso ha irrumpido en Primera con fuerza. Llamado casi como último recurso a la convocatoria para la visita granadinista a San Mamés, después de sumar algunos minutos en duelos previos, no volvió a perder la titularidad. Para Robert Moreno se encuentra en este momento por delante de Luis Abram y sus completas actuaciones le han mantenido en el once hasta ahora.
Zaragoza y Butzke
son las últimas incorporaciones a la lista de canteranos renovados. Ambos debutaron con el primer equipo este curso, después de haber pasado por sendas cesiones. El primero actuó prestado en El Ejido 2012 tras despuntar en el juvenil rojiblanco. A sus 20 años, se va sumando poco a poco a las convocatorias nazaríes. Con el Recreativo, en su primer curso como miembro del segundo equipo del Granada, acumula un gol y una asistencia acumula en este curso.
Adrián Butzke jugó en el Haro Deportivo durante la campaña pasada, y antes había actuado en el Huétor Vega cuando este era el segundo filial del Granada. Se ha criado en las categorías inferiores del club, desde 2009, cuando decidió dejar los guantes con los que se ponía bajo palos en el equipo de fútbol sala de Monachil. Se acercó al primer equipo en las últimas campañas, pero fue en este curso cuando se estrenó,
con tres tantos en su debut copero. En Liga, comienza a proponer a Robert Moreno una alternativa más en ataque.
La base cuenta ya con un portero, dos centrales, un centrocampista, un extremo y un delantero centro. Jugadores que refuerzan todas las líneas de cara a un futuro y que reflejan la intención de retener el talento con la que trabaja el club. Una alternativa económica y que refuerza también el sentimiento de pertenencia, factores que viene asentando la entidad rojiblanca en las últimas temporadas.
La idea con la que trabaja la secretaría técnica nazarí es que estos futbolistas, así como los que pudieran ir despuntando tanto en el filial como en las categorías inferiores más adelante, lleguen a asentarse en el primer equipo, y tal vez obtener cierto beneficio económico llegado el caso. Por el momento, ha asegurado un grupo a priori competitivo para, al menos, las dos próximas campañas.