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El Granada de Diego Martínez ya es un equipo legendario

El Granada de Diego Martínez ya es un equipo legendario
El Granada de Diego Martínez ya es un equipo legendario - Javier Aguilera
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El Granada de Diego Martínez se ha convertido en un equipo legendario después de firmar la mejor temporada en la historia del club y de clasificarlo por primera vez para disputar competiciones europeas.

El conjunto andaluz, que hace catorce años estaba en Tercera División, celebrará su noventa aniversario el próximo curso paseando su nombre por el viejo continente en la Liga Europa, un hito nunca antes conseguido y que es el colofón a una campaña inolvidable.

El Granada que ha logrado lo impensable, pasar en dos años de Segunda División a Europa, es el Granada de Diego Martínez, el técnico más joven de LaLiga Santander, el preparador que ha asombrado al planeta futbolístico, el entrenador que ha sacado el máximo rendimiento de una escuadra con el tercer menor presupuesto de la categoría.

Se quedó a sólo un gol, a unos minutos, de clasificarse para la final de la Copa del Rey, llegó a encabezar la clasificación en la décima jornada, ha batido récords históricos del club en la máxima categoría semana tras semana, ha sido uno de los mejores conjuntos de Primera tras el confinamiento y ha cerrado el curso con tres victorias en las últimas cuatro jornadas para asaltar Europa.

Si lo realizado por este Granada en el terreno de juego ya es algo colosal, se ve superado por los valores y los principios que ha transmitido, por la manera de entender el fútbol y de vivir el día a día de una plantilla formada por la base del equipo de Segunda, con muchos jugadores casi sin experiencia en la élite.

Por encima de los logros deportivos, el plantel ha revitalizado el sentimiento granadinista, ha recuperado a generaciones de rojiblancos horizontales que estaban perdidas, ha logrado una identificación con su afición y con toda una ciudad y su provincia nunca antes vista, ha hecho que millones de granadinos se sientan orgullosos de este grupo de jugadores y técnicos.

Diego Martínez, un técnico estudioso y culto amigo de recordar en sus comparecencias citas o frases de otros, habló a su plantilla de una canción de Enrique Bumbury antes del partido ante el Athletic Club, al que goleó (4-0) para cerrar la temporada a lo grande y poder acabar séptimo en la tabla, favorecido porque ni Valencia ni Levante ganaron sus partidos.

"Más alto que nosotros sólo el cielo", dijo a sus jugadores a modo de resumen del curso cuando aún no habían sellado su pasaporte europeo.

Después, en su comparecencia de prensa post-partido quiso que le acompañaran en nombre de su plantilla, de los que "realmente han logrado esto", resaltó, los cuatro capitanes del equipo: Germán Sánchez, Víctor Díaz, Ángel Montoro y Roberto Soldado, cuatro veteranos currantes del balompié.

Corrió el champán en la noche granadina, por fin se dijo sin tapujos la palabra Europa, hasta entonces vetada en un vestuario que nunca ha mirado más allá del próximo entrenamiento o el próximo encuentro, algunos aficionados fueron incapaces de cumplir con las recomendaciones y se fueron a las inmediaciones del estadio o al centro de la ciudad parea celebrar la gesta hasta la madrugada.

Este lunes comienza las vacaciones un Granada cuyo futuro, como recordó el propio técnico tras el partido, dependerá en buena medida de lo que quiera que sea su extravagante propietario, el empresario chino Jiang Lizhang, que lleva meses sin pisar la ciudad.

A la espera de lo que pase a corto y medio plazo, con la confianza plena de que el preparador de moda del fútbol español cumplirá el año de contrato que tiene firmado, la ciudad se felicita resacosa este caluroso lunes de julio por lo que ha conseguido su equipo, por poder disfrutar durante dos inolvidables temporadas de un Granada de Diego Martínez que ya es un equipo legendario.