Girona, 20 oct (EFE).- "En momentos jodidos, difíciles, el Girona siempre se ha levantado y ha seguido hacia adelante. Y así va a ser ahora, también", enfatiza, en esta entrevista con EFE, el defensa vasco Jonás Ramalho (Barakaldo, 1993), uno de los capitanes del conjunto de Francisco Rodríguez.
Después de quedarse a tan solo un paso del ascenso a Primera, el Girona afronta esta campaña con la certeza de que ya no es el gran favorito, pero "con muchas ganas de pelear" y con la vista puesta en la parte alta.
Pregunta: Han pasado casi ya dos meses, pero esa cruel derrota contra el Elche no se olvida.
Respuesta: Veíamos el ascenso muy cerca. Estábamos a un paso de hacerlo realidad. Y el palo fue muy duro. Era lo que todos queríamos. Lo tuvimos muy, muy, cerca, pero se nos escapó. Después del partido la situación era desoladora. Todo el mundo estaba dolido, cabizbajo, llorando. Fueron días complicados, jodidos. Aquello ya es pasado. Ha comenzado una temporada nueva y no podemos ni queremos perder tiempo recordando aquella noche y lamentándonos. Debemos olvidarlo lo antes posible para volver a pelear.
P: El fútbol puede ser cruel...
R: El fútbol ha sido muy cruel con el Girona en los últimos años, sí, y hemos vivido muchas malas experiencias, pero soy de los que tiene fe y confía en que todo lo malo que te da el fútbol después te lo compensa en un futuro con cosas buenas. Afrontamos esta temporada con muchas ganas. Y vamos a disfrutar, seguro.
P: El Girona empezó dos derrotas, pero ha recuperado la sonrisa encadenando dos victorias, contra el Leganés (0-1) y el Oviedo (1-0).
R: La incertidumbre que había alrededor de la confección del equipo, con las incógnitas sobre quien se iba, quien se quedaba y quien venía, se tradujo en errores individuales. En derrotas. Y en dudas. Pero, ya con el mercado cerrado, la victoria contra el Leganés nos dio un chispazo de energía. Nos dio vida. Las dos victorias nos han hecho olvidar el 0/6 del inicio, y ahora todos estamos más relajados, menos tensos. Se ve otro ambiente, y el equipo compite mucho mejor. Ahora queremos continuar así, y hacer que estas dos victorias sean un punto de inflexión para encarrilar una buena dinámica.
P: El equipo parece liberado sin la losa de ser el favorito.
R: La temporada pasada nos obsesionamos con el objetivo del ascenso. Nos pesó demasiado esa etiqueta, esa presión. Y esa excesiva autoexigencia nos hizo perder partidos y puntos. Te obsesionas en ganar y en subir y te vuelves un poco loco y miras más allá de lo que hay que mirar. Cada encuentro es un mundo, cada equipo es un mundo, y lo mejor es ir partido a partido, intentando sumar de tres en tres y no perder puntos por errores: que el equipo que nos gane sea porque ha hecho las cosas muy bien, mejor que nosotros. Aquí todos queremos y deseamos estar arriba y subir, pero para conseguirlo, para poder pelear por el ascenso, debemos ir partido a partido, paso a paso.
P: ¿Cómo ve la nueva plantilla? ¿Y al míster?
R: Ha quedado una plantilla muy potente, competitiva y con jugadores con calidad. Algunos llevamos mucho tiempo aquí y por desgracia hemos pasado malos momentos, momentos de mucha tristeza, y es bueno, muy positivo, que lleguen jóvenes con muchas ganas de triunfar, con mucha ambición. Los nuevos fichajes, como ya se está viendo, nos van a aportar mucho. El míster es un grandísimo entrenador. Aunque finalmente no fue suficiente para subir, nos dio el plus y el chute de energía que necesitábamos. Es un técnico con carácter, con garra, que te hace estar siempre metido, motivado. En cada entrenamiento. En cada partido. Confiamos muchísimo en él desde que llegó.
P: En el plano individual inicia su séptima temporada en el Girona, siendo ya el quinto jugador de la historia que ha defendido la camiseta del equipo en más ocasiones en el fútbol profesional (178).
R: Aquí he estado siempre muy a gusto. Me siento como en casa, y este verano, de hecho, no me planteé salir en ningún momento. Mi idea es continuar aquí muchos años, y ojalá pronto pueda escalar alguna posición más en esta clasificación. Es un orgullo poder ser el quinto jugador con más partidos, y sobre todo teniendo en cuenta que no he nacido en Girona ni en Cataluña. Es un orgullo. Me da mucha felicidad.