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Arambarri-Maksimovic, excelencia granítica

Arambarri-Maksimovic, excelencia granítica
Arambarri-Maksimovic, excelencia granítica
Estadio DeportivoEstadio Deportivo 5 min lectura

Getafe (Madrid), 28 feb (EFE).- Aparte de Jaime Mata, si habría que destacar a dos jugadores que sobresalieron por encima de la excelencia que mostró todo el Getafe ante el Ajax, serían el uruguayo Mauro Arambarri y el serbio Nemanja Maksimovic, que dieron una exhibición de poderío físico y táctico en el Johan Cruyff Arena.

La pareja de mediocentros del Getafe es de las más combativas de Europa. Incansables, acumulan muchos kilómetros en sus piernas en cada partido del equipo dirigido por José Bordalás. Ambos son piezas clave de una armadura que se derrumbaría si fallara la aportación en el centro del campo de dos hombres vitales para el técnico alicantino.

Tanto Arambarri como Maksimovic se han revalorizado desde que llegaron al Getafe. Según Transfermarkt, el portal de análisis del valor de mercado de futbolistas, el jugador uruguayo ha pasado de tener un valor 1'50 millones de euros en el verano de 2017 a costar 20 millones. Mientras, el serbio, por quien el Getafe pagó 10 millones al Valencia tras cumplir un año de cesión, ha alcanzado el mismo valor que su compañero en el centro del campo.

Esa espectacular subida de su precio no es ninguna casualidad. El rendimiento de ambos en el Getafe no ha pasado desapercibido y su última exhibición frente al Ajax aumentará más su valor. Entre los dos, sujetaron las acometidas del conjunto neerlandés y secaron a jugadores con nombre como Donny van de Beek o a jóvenes promesas como Ryan Gravenberch o Carel Eiting.

Van de Beek, pretendido por clubes lustrosos del continente, jugó desesperado desde el minuto uno. Sus quejas, casi constantes al árbitro griego Tasos Sidiropoulus, evidenciaron su falta de recursos para evadirse de dos perros de presa que no le dejaron respirar y dirigir el juego casi siempre exquisito del Ajax.

Y es que, tanto Arambarri como Maksimovic son dos jugadores que parecen hechos del mismo molde. Casi de la misma edad, (24 por 25 años, respectivamente), su estilo es tan similar que, si no fuera por la mayor altura del serbio (1,89 por 1'75), sería casi imposible diferenciarlos desde la grada.

Además, Bordalás ha gestionado el tiempo de juego de ambos hasta tal punto que casi suman los mismos minutos en todas las competiciones oficiales. Arambarri, llega hasta los 2.418 minutos; Maksimovic, le supera por poco: 2.480.

El técnico alicantino aplicó en ambos la política de rotaciones que llevó a cabo en la fase de grupos de la Liga Europa. En partidos como ante el Trabzonspor o el Krasnodar, ninguno de los dos jugó y, aún así, con nombres como el marroquí Fayçal Fajr o David Timor, el Getafe sacó adelante sus compromisos.

La importancia de ambos ya traspasa fronteras y Maksimovic ya ha recogido sus frutos con convocatorias para la selección de Serbia. Y, en Uruguay, muchos ya se preguntan por qué Arambarri aún no ha sido llamado por Óscar Washington Tabárez. Hasta Bordalás se atrevió a bromear con el asunto: "Le voy a llamar, no es normal que no cite a Arambarri", dijo en diciembre.

El seleccionador charrúa debería meditar incluirle en la lista. Parece que no lo hace porque en su puesto hay jugadores que lucen más en clubes de relumbrón. Fede Valverde (Real Madrid), Lucas Torreira (Arsenal), Matías Vecino (Inter) o Rodrigo Bentancur (Juventus) tienen más opciones que Arambarri por el indiscutible nombre de sus equipos.

Pero, mientras Arambarri espera su merecido premio, sólo piensa en escalar cada vez más en el Getafe. Y lo hace junto a una especie de clon como Maksimovic, que junto al charrúa forma una dupla granítica que en cada partido muestran cuál es el camino hacia la excelencia en el arte de centrocampismo de destrucción. El Ajax, fue su última víctima.

Juan José Lahuerta