El Espanyol demostró con el empate contra el Sevilla (2-2) en el Sánchez Pizjuán, sin su ariete Raúl de Tomás, que tiene argumentos suficientes para salir de la zona de descenso y confirmó su reacción desde que el cuerpo técnico de Abelardo Fernández se ha hecho cargo de la plantilla.
De hecho, con el nuevo entrenador el conjunto blanquiazul ha sumado nueve puntos de dieciocho posibles, una media que le permitiría obtener, sobre el papel, la salvación matemática. Además, el preparador asturiano ha logrado esta racha contra conjuntos de entidad como Sevilla, Barcelona, Villarreal y Athletic Club.
El cuadro periquito, además, dejó claro en Sevilla que su capacidad competitiva va más allá del rendimiento de su goleador estrella, el delantero Raúl de Tomás. El atacante, con cinco dianas en cinco partidos jugados, fue baja de última para el Sánchez Pizjuán y sus compañeros asumieron la responsabilidad ofensiva.
Abelardo ha implantado en el Espanyol un esquema táctico 4-4-2 sencillo, con un juego vertical y pragmático que ha sentado bien a los jugadores. La competitividad del equipo ha crecido, así como la seguridad defensiva.
De todos modos, el entrenador asturiano también ha sido clave para reactivar en lo anímico al bloque blanquiazul. El vestuario ha recuperado la confianza y los buenos resultados han enganchado también a los seguidores, que se desplazan en masa a los partidos fuera y llenan el RCDE Stadium para arropar a los suyos.
El Espanyol, en cualquier caso, sigue siendo el último clasificado de Primera división, aunque a dos puntos de la permanencia. Los futbolistas asumen que será una campaña complicada, pero tiene la absoluta confianza de que, manteniendo esta línea, lograrán su objetivo a final de curso.