"Represento más de cien jugadores en este momento y muchos entrenadores, de nivel y campeones", ha asegurado recientemente
Christian Bragarnik, representante y actual propietario del
Elche CF.El empresario argentino es uno de los representantes más reputados a día de hoy, como él mismo recuerda:
"Sé que lidero en el mercado y que llevo muchos años con buenas gestiones. Tengo muy buena relación con todos los representantes, es una profesión digna y compleja porque en este caso está en juego la pasión. Si el jugador anduvo mal un torneo, es un negocio".
Una carrera hecha a sí misma que en el negocio del fútbol le ha traído hasta España como propietario del
Elche CF. Un hombre de fútbol que comenzó en los campos más modestos de Argentina como
un delantero sin gol, lo que, entre otras cosas, le obligó a colgar las botas a los 28 años, cuando militaba en la última categoría del balompié albiceleste.
En ese momento,
el fútbol no le daba para comer, por lo que se veía obligado a compaginarlo con su trabajo como reponedor en un supermercado chino. De ahí, alejado a los terrenos de juego,
pasó a ganarse la vida regentando un videoclub. Seguidor de Vélez, "nunca" trabajará con su club porque hace mucho tiempo que decidió "no mezclar" los negocios con la pasión.
Bragarnik: "Me compré un club como el Elche CF en España"
"Yo entiendo al hincha, si el jugador no juega bien dice que soy un delincuente. Mi tranquilidad es mi relación con los presidentes y los profesionales, con ellos me llevo bien. Amo lo que hago y encima es muy bien remunerado,
hasta me compré un club como el Elche en España", asegura
Bragarnik durante una entrevista con
ESPN.Pero no siempre le fue igual de fácil
. En sus inicios, Bragarnik comenzó a grabar partidos de fútbol y editar vídeos de los mismos. Un trabajo que le sirvió para conocer al intermediario Daniel Comba, al que le facilitó más de un VHS de los suyos con jugadas de su representado 'El Palomo' Albeiro Usuriaga, internacional cafetero que jugó en Independiente y en el Santos de Brasil en los años noventa. Ese
fue su primer contacto con la industria del fútbol.Años después,
Bragarnik se toparía con otra gran oportunidad: su amistad con Mariano Monroy, un talentoso volante de Arsenal de Sarandí que buscaba una oportunidad en el extranjero en 2001. El hoy presidente del Elche CF le hizo otro de sus vídeos con sus mejores jugadas, lo que
le permitió firmar por el Irapuato de la Segunda división de México. Esa transferencia, además, le puso en contacto con Julito Grondona, hijo del expresidente de la AFA, Julio Humberto Grondona. Su primer gran negocio, pues
los dueños de Iraputo le llevaron también a trabajar al fútbol de México.En el fútbol azteca
se enroló como secretario en el club Querétero de Primera división, convirtiéndose poco después en presidente, lo que le permitió entablar contactos con otra entidad, el Xolos de Tijuana, del que acabó siendo asesor. Y de México volvió a Argentina con una gran cartera de futbolistas y entrenadores a los que hizo llegar al fútbol albiceleste, donde subió como la espuma e
hizo migas con Daniel Angelici hasta consolidar su empresa de representación, Scorefutbol.
Bragarnik, representante de Maradona
Luego llegaría su vinculación con
Matías Morla, el abogado de Maradona, al que
llevaría a dirigir a Dorados de Sinaloa de México, primero, y a Gimnasia y Esgrima La Plata, después.
No sería hasta 2019 cuando consiguiera cruzar el charco. Gestionó las transferencias de Darío Benedetto al Marsella y de Lisandro Martínez al Ajax, adquiriendo también el 58% de un Elche del que ya tiene más del 90% de su capital.
Actualmente, a sus 50 años, poco queda de ese Christian Bragarnik que regentaba un videoclub en Flores, siendo actualmente uno de los hombres más influyentes del fútbol.
Una trayectoria que no ha estado exenta de polémica en más de una ocasión, aunque ahora el propio Bragarnik se permite cuestionar las formas de otros representantes:
"Los buscan desde los 12 ó 13 años, en cualquier momento los van a ir a buscar a la panza de la madre. Igual hacen un gran trabajo, cubren muchas cosas, pero es complicado mantener la relación tanto tiempo. Lo agarraste a los 12 y a los 20 te deja solo porque no quiere seguir".