Álvaro Cervera se ha despedido este miércoles del Cádiz Club de Fútbol en un acto bastante emotivo. Llegaba el técnico diez minutos antes del inicio de su comparecencia y era recibido con aplausos por unos cincuenta aficionados del submarino amarillo. En la sala de prensa, decorada para la ocasión, se podía leer el mensaje: "Gracias Álvaro", y
​junto al entrenador una camiseta con sus logros en el club.
En primer lugar daba un discurso agradeciendo a su cuerpo técnico, plantilla y se acordaba especialmente de
Antonio Navarrete, delegado del club y que fallecía días atrás. Además, también tenía palabras para
Juan Carlos Cordero, su primer director deportivo.
Su destitución
"Me lo comunican ayer por la mañana, el día anterior recibo mensajes incluso dándome las gracias por todo. Imagino como son estas cosa" y tiene clara la fecha en la que cree que empezó su final como entrenador del Cádiz, el 26 de septiembre. Esta fecha coincide con la derrota en Vallecas y la posterior salida de algunos jugadores en una discoteca de Madrid. "Son cosas que nunca nos habían pasado, yo pensaba que íbamos a tener alguna dificultad más" y reconocía haber tenido una discusión con
Manuel Vizcaíno en el vestuario tras el partido contra el Valencia: "No fue agradable la discusión con el presidente en el vestuario", aunque ahora "la relación era buena. ¿Ha habido momentos duros en el pasado? Sí, se intentó que yo me cansara de la situación o así lo percibí yo, pero ahora la relación es buena".
La pasada temporada, el Cádiz igualaba su mejor clasificación en Primera división, y aunque muchos entrenadores deciden dejar un club tras un gran éxito, Cervera no quiso irse el club. "Abandonar este equipo, esta ciudad, para mí era imposible. Siempre decía que nunca me iré del Cádiz, a mi me echarán del Cádiz, nunca pasó por mi cabeza, se que es fácil. Algunos que me lo insinuaron les dije que no entendían el sentimiento que tengo por este equipo y esta ciudad".
Su relación con la ciudad va más allá. Cervera ha creado una religión en el Cádiz, y tenía un mensaje para todos sus aficionados: "Agradecerle a la gente eternamente, seguiré viniendo por Cádiz, no vendré a Cádiz, volveré a Cádiz. ¿Un mensaje a ellos? Cuando salga por esa puerta yo me he ido, se ha acabado, y que ese apoyo lo pongan en favor del equipo".
Fue cuestionado en varias ocasiones por la dirección deportiva y las carencias de la plantilla. "¿Falta de inversión? No lo se, algo ha faltado.
En la última rueda de prensa del año pasado en el campo del Levante dije que era un milagro y que no nos confundiéramos", y a pesar de que reconociera al finalizar el mercado de agosto que tenía mejor plantilla que el año pasado "realmente no somos un equipo, somos veinte equipos. Hay que ver la mejora de los demás. ¿Qué ha pasado? Seguramente que hemos fallado en muchas cosas y por esos seguramente estoy hoy aquí".
Ahora mira al futuro, un futuro en el que "voy a descansar, he quedado con gente para después para estar tranquilo, descansar, aprender, seguir aprendiendo, analizar con el tiempo las cosas en la que hemos podido fallar, y que este final no es la realidad, la realidad fue lo que vivimos anteriormente".