Osmajic ha sido el centro de atención en las últimas semanas. Su salida nocturna del pasado 12 de octubre acabó en pelea y eso
no gustó al Cádiz, que últimamente ha sido perseguido por algunos escándalos nocturnos. El delantero aprovechó que al día siguiente la plantilla descansaba para salir por la noche, pero acabó protagonizando dos peleas e, incluso, llegaron las fuerzas de seguridad. Debido a esta polémica el club decidió castigarlo. Tras pasar dos semanas entrenando con el equipo filial y jugar
dos partidos con el Cádiz B sin destacar demasiado, el montenegrino regresó finalmente a ejercitarse con el primer equipo.
Álvaro Cervera decidió meterlo en la convocatoria
para enfrentar al Mallorca, pero las dudas sobre si tendría minutos o no seguía rondando la cabeza de los cadistas. El Cádiz está siendo estricto con los jugadores que protagonizan situaciones extradeportivas llenas de polémica.
Finalmente el delantero tuvo sus minutos, pocos, pero quedó claro que
Álvaro Cervera quiere poner su confianza en él. Osmajic sabía que tenía una gran oportunidad ante él y salió a por todas pese al poco tiempo que quedaba e ir su equipo detrás en el marcador. El de Montenegro saltó al campo en el minuto 80 en sustitución de Iza Carcelén en un claro gesto del míster de ir a por el empate.
Nada más salir, en el primer balón que le llegó, el punta forzó la segunda tarjeta amarilla de Sedlar. La ejecución de esa falta que el central comete sobre
Osmajic acabó en el penalti que
Álvaro Negredo transformó en el 1-1. Por si fuera poco, el delantero dejó en el tiempo de añadido otro detalle que certificó que se estaba tomando en serio su trabajo cuando se posicionó para recibir un balón que lo dejaría solo ante el portero, pero el colegiado señaló fuera de juego.
Ahora le toca seguir demostrando en los entrenamientos que su entrega con el club es total para que el entrenador siga confiando en él y se brinde más minutos sobre el verde.
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