Juan Cala recupera la felicidad

Juan Cala recupera la felicidad
- C. R. T.
Aitor TorviscoAitor Torvisco 3 min lectura
Juan Cala ha recuperado la felicidad. Lo ha pasado muy mal con el fuerte revuelo mediático originado a raiz de la denuncia del jugador del Valencia Mouctar Diakhaby, que le acusó de proferir insultos racistas; pero el último informe elaborado por la RFEF es contundente a la hora de, si no defenderle, sí remarcar que no hay indicio o prueba alguna que invite a pensar en una culpabilidad que el central del Cádiz CF siempre ha negado y que por fin comienza a olvidar.

A pesar de este duro trago -ha recibido amenazas de muerte durante semanas-, Cala recupera la sonrisa también en el aspecto más estrictamente deportivo. Titular indiscutible en el eje de la zaga del equipo de Álvaro Cervera, este pasado domingo celebró una victoria importantísima en Granada. Un gol de Rubén Sobrino adelantó al Cádiz en el tramo final de una primera parte trabada, de mayor dominio local pero con mejores ocasiones visitantes y dio tres puntos que prácticamente aseguran que el cuadro gaditano seguirá en LaLiga una temporada más.




El central formado en la cantera del Sevilla FC fue uno de los jugadores que atendieron a los medios del Cádiz al finalizar el encuentro en Granada que acabó en victoria y con la salvación, al menos en lo virtual (un punto más la certificará de manera matemática). El zaguero lebrijano fue claro al afirmar que habían "cumplido el objetivo". "Esta plantilla, este cuerpo técnico, esta directiva y esta afición se merecen estar en Primera", agregó.

"Llevamos desde el principio luchando por este objetivo y creo que nos merecemos la tranquilidad en el final del campeonato. También todos los cadistas", manifestó Cala, quien celebró que, "ahora, a falta de cuatro partidos, el equipo está salvado y se centra ya en quedar lo más alto posible".

El central fue claro al manifestar que "el vestuario desea entrar en la historia del Cádiz logrando una alta puntuación". "Ojalá", exclamó, antes de redundar en su alegría: "Ahora hay que disfrutarlo y reconocer que es de matrícula de honor. La pena es que la afición no puede festejarlo, pero todos se merecen estar en Primera, ellos y el equipo".