El entrenador del Athletic, Marcelino García Toral, calificó este jueves de "clasificación a base de pico y pala" la obtenida por su equipo para las semifinales de la Copa del Rey a costa del Real Betis, en la tanda de penaltis (4-1), a la finalización de un partido "sin muchas ocasiones, pero con un resultado justo al final" ante un equipo "complicado de batir".
Marcelino reconoció que en la prórroga, forzada por su jugador Raúl García al hacer el 1-1 en el minuto 94, los dos conjuntos estaban "muy cansados" y que, al final, su equipo ha "ganado en la lotería de los penaltis, donde Unai (Simón) ha estado fenomenal" al parar dos lanzamientos de los verdiblancos.
"Estamos otra vez en el bombo, que es lo que queríamos. Hemos demostrado tener fe hasta el final", destacó tras el encuentro en el Benito Villamarín el técnico asturiano, que cumple un mes desde su llegada al banquillo rojiblanco.
Resaltó que su "equipo no decae, siempre lo hace igual", aunque admitió que la fortuna ha sido un factor clave porque "vale más tener suerte que no tenerla, aunque es simple reducir a eso el trabajo de los jugadores; pero ojalá siga la suerte, claro que sí, fenomenal".
El preparador gijonés explicó que trabaja para "intentar que la suerte" les esté "acompañando", si bien cree que el azar "poco tiene que ver con lo sucedido en el terreno de juego", ya que su labor es "ir trasmitiendo una idea de juego" para que "los futbolistas, con su trabajo, hagan felices a la gente y la hagan disfrutar".
Marcelino García Toral consideró "realmente complicado" llegar a una segunda final consecutiva de la Copa, ya que "queda superar la semifinal, veremos contra quién", puntualizó, pero antes emplazó a ganar en Liga el domingo al Valencia para cobrar ventaja sobre "los puestos de abajo".
El entrenador del Athletic alabó al Betis, "un equipo complicado de batir" y que "no se da por vencido nunca", pero dijo que "confiaba en el pase" antes de los lanzamientos desde los 11 metros, una tanda en la que Unai Simón "ha estado colosal" y de la que confesó que él no había "visto ningún penalti", si bien "por el ruido sabía si había entrado o no".