FÚTBOL ATHLETIC-ATLÉTICO DE MADRID

San Mamés, como un domingo sin fútbol

San Mamés, como un domingo sin fútbol
San Mamés, como un domingo sin fútbol

Bilbao, 14 jun (EFE).- La estampa de San Mamés en este escenario singular de partidos a puerta cerrada por la pandemia de la COVID-19 es hoy como la de un domingo sin fútbol, a pesar de que La Catedral acoge el más clásico de los duelos rojiblancos de LaLiga.

Un Athletic-Atlético, dos equipos con las mismas raíces, siempre es un partido grande en Bilbao. Pero esta vez no lo parece a priori por la falta del elemento que distingue al fútbol profesional del que no lo es: la presencia de público. Primero en los alrededores del estadio y posteriormente en las gradas.

Algunos aficionados, unos cuantos parecía que simplemente curiosos, sí se han acercado a la ya inconfundible explanada contigua al campo que acogerá la próxima Eurocopa para recibir al conjunto vasco en su llegada al campo.

Eso, la llegada de los equipos en sus respectivos autobuses, oficiales los del Athletic y posiblemente alquilados para la ocasión los del Atlético, ha sido lo único que se ha salido de la foto de un domingo cualquiera ... sin fútbol.

Porque ni los bares se han animado, a pesar de la agradable temperatura de un día, aunque nublado, primaveral. Solo unos pocos han apostado por intentar rentabilizar una jornada que sin coronavirus era su sustento principal todo el año.

Hasta los tramos de carretera cercanos al campo, habitualmente cerrados, y los aparcamientos en ellos, inhabilitados cuando hay partido, presentan su imagen habitual de cada día.

Hay Ertzaintza y Policía Municipal desplegadas para cualquier contingencia, pero ante la dura realidad de la situación y los avisos previos, su presencia es casi hasta innecesaria.

Ya acercándose al estadio, imponente como siempre San Mamés, una valla muy cercana a su estructura, a unos cinco metros, es el último elemento disuasorio para impedir una acceso al campo que casi nadie intenta. Ya solo, en un escaso goteo, los pocos periodistas que pueden acceder al campo cumpliendo el protocolo sanitario exigido por LaLiga.

Una vez dentro, la imagen desoladora del estadio vacío de estos primeros partidos a puerta cerrada, con los fotógrafos en el anillo central, la conocida como zona VIP del estadio, y apenas protocolo futbolístico más allá del minuto de silencio para recordar a los que se fallecidos durante la pandemia.

Los entrenadores casi solos en sus respectivas áreas técnicas y los futbolistas convocados que no formaban parte del once inicial en las primeras filas de tribuna con mascarillas y guantes.

En los fondos, gigantescas lonas con mensajes de ánimo al Athletic que casi los tapaban en su parte inferior: 'Jo ta ke irabazi arte (Dale fuerte hasta ganar)' y 'Gurea da garaipena (La victoria es nuestra)' eran los lemas que se podían leer.

En el palco, los respectivos presidentes, Aitor Elizegi y Enrique Cerezo, con menos acompañamiento que nunca, también cumpliendo con las normas sanitarias, asimismo con mascarillas y guantes.

Con los cuidadores del campo aún sobre el terreno de juego, los jugadores saltaron al campo bajo los sones del himno del Athletic, a gran volumen como en partido normal con público en las gradas.

Un detalle especialmente relevante fue el de que los capitanes de ambos equipos, Iker Muniain y Koke Resurrección, depositasen sendos ramos de flores en un asiento de negro que recordaba a los fallecidos durante la pandemia. En el minuto 20 del choque, por iniciativa de LaLiga, ese silencio se transformó en aplausos.

Para terminar con los previos, y como elemento más emotivo, el minuto de silencio resultó muy emotivo entre los acordes pausados del himno del Athletic que lo acompañaba.

Arrancó el partido y lo hizo con dos variaciones en la colocación de los jugadores con respecto a la anunciada por ambos equipos. En el Athletic, es Iñaki Williams el delantero centro en lugar de Raúl García, que empezaba escorado a la banda en el 1-4-2-3-1 bilbaíno; y en el Atlético Marcos Llorente, y no Carrasco, empezaba acompañando en ataque a Diego Costa en el claro 1-4-4-2 madrileño.