Ibai Gómez, recientemente fichado, y Gorka Guruzeta, autor de un golazo de cabeza, se propusieron a su técnico Gaizka Garitano para posible contingencias este miércoles en el Ramón Sánchez Pizjuán, en un partido de vuelta de octavos de final de la Copa del Rey en el que ambos fueron de lo mejor del Athletic.
Fue una victoria por la mínima (0-1) del equipo bilbaíno en una eliminatoria que el Sevilla ya había dejado prácticamente sentenciada hacía seis días con el 1-3 en San Mamés. Pero, aunque el choque dio poco de sí y en ningún momento llegó a dar la sensación de una posible remontada visitante, el nuevo Athletic de Garitano ahondó en las buenas sensaciones que emite desde la llegada del de Derio. Las de un equipo ordenado, serio y capaz de profundizar hasta la meta rival con opciones de gol. En esa última faceta, si bien esporádicamente, destacaron Ibai y Guruzeta. El extremo, recién aterrizado procedente del Alavés, mostró que mantiene intacto su instinto en las acciones decisivas, y el ariete que, con continuidad, puede ofrecer cosas.
En un choque con poco ritmo y bastante plano, Ibai (Bilbao, 11-11-1989) apareció para dar dos espléndidos pases de gol que Guruzeta (San Sebastián, 12-09-1996) no ajustó en el remate. Ni primero con el pie, rematando muy blanco desde la frontal un disparo solo ante Juan Soriano; ni más tarde con la cabeza, ya que apenas peinó un balón que de haber conectado con al testa hubiese embocado entre los tres palos con serias opciones de gol. Ibai no quedó en pases, de lo mejor de su repertorio, sino que intentó el lanzamiento directo a portería, otra de sus principales virtudes. Pero un primer disparo le fue demasiado al primer palo y a las manos del meta sevillista, y una falta hecha a su medida la estrelló en la barrera. Esa acción a balón parado fue el único instante en el llegó a atisbarse la ligera posibilidad de que el Athletic tuviese alguna opción de remontar, ya que hubiese sido el 0-2 con unos minutos todavía por jugarse.
Esa ligera esperanza le nació al Athletic con el espléndido gol de Guruzeta, el único del partido, ya en el minuto 76 de juego. Fue un poderoso cabezazo alejado de la portería, aunque todavía en el área grande, que se alojó en la escuadra sin que pudiese hacer nada el joven portero sevillano. Un testarazo que hubiese firmado Aritz Aduriz o Raúl, ambos especialista en esa suerte y bajas por lesión en los últimos partidos. Esas ausencias permitieron jugar de titular a Guruzeta, joven ariete ya jugador a todos los efectos de la primera plantilla tras marcar la temporada pasada 18 goles en el Bilbao Athletic.
El autor del centro en el gol, un servicio que hizo bueno el excelente remate, fue el gran protagonista del partido, Markel Susaeta. El capitán del Athletic alcanzó en ese encuentro los 500 partidos oficiales con el equipo bilbaíno. Una marca que, aún con solo 31 años recién cumplidos, le hacen el quinto jugador con más choques en el conjunto vasco. Los nombres que le preceden en esa histórica clasificación, Ángel Iribar (614), Txetxu Rojo (541), Joseba Etxeberria (514) y Andoni Iraola (510), hablan por sí solos de la dimensión de lo conseguido por el extremo de Eibar. Otro con el que Garitano sabe que puede contar con él al 100 por cien cuando crea oportuno, a pesar de su pérdida de protagonismo.