Bilbao, 7 nov (EFE).- El presidente del Athletic Club, Josu Urrutia, convocó este miércoles las próximas elecciones a la presidencia del club vasco para el 27 de diciembre, y anunció también que no se presentará a esos comicios electorales en busca del que sería su tercer mandato.
Acompañado por buena parte de su junta en una conferencia de prensa que se alargó más de una hora, Urrutia desveló que "la semana pasada" comunicó a sus directivos "que no" se "iba a presentar a las elecciones del Athletic", con lo que cerrará una etapa de casi ocho años de presidente del Athletic.
El que fuera también capitán del primer equipo bilbaíno en su etapa como jugador accedió al cargo de mayor responsabilidad en la entidad el 7 de julio de 2011 y fue reelegido en él, sin oposición, el 27 de marzo de 2015.
Entre los directivos que no se encontraban acompañando a Urrutia estaban el vicepresidente, José Ángel Corres, y el secretario, Javier Aldazabal, dos de los nombres que se han llegado a apuntar como posibles líderes de una candidatura en caso de que hubiese una de continuidad de la actual Junta Directiva.
Otro es el del contador, Alberto Uribe-Echevarria, quien sí acudió a la sala de prensa Jose Iragorri, de San Mamés, donde Urrutia compareció ante los medios de comunicación.
En cuanto a una posible candidatura salida de la actual Junta Directiva, no avanzó nada pero mostró una gran confianza y cariño con los que le han acompañado en los últimos años. "No es cuestión que me gustaría, pero les quiero mucho y les veo muy capaces", dijo, considerando que están "cada vez más preparados".
También anunció que el director deportivo, José Mari Amorrortu, cumplirá el contrato que le une al club hasta el 30 de junio de 2019 y que después abandonará la entidad.
En sus primeras palabras tras anunciar la fecha de los comicios y su decisión de no acudir, apuntó que cree que "no existe una fecha ideal" en el Athletic para las elecciones y defendió su mandato como ocho años en los que intentó que estuviesen marcados por "la honestidad, la prudencia y la responsabilidad".
En cuanto a su decisión de buscar un tercer mandato, recordó unas palabras que le dijo un amigo, de que "cuatro años está bien, doce son muchos y ocho hay que estar". "Mi horizonte era de ocho, pero no era definitivo. Valoré si la cabeza y el corazón me decían lo mismo y mi cabeza y mi corazón me dicen lo mismo", aseguró.
Al respecto, desveló que si no lo anunció en la última Asamblea anual del club, celebrada el pasado 22 de octubre, las dos decisiones, apuntó que, aunque "la decisión ya la tenía tomada", quería "vivir una asamblea como las siete anteriores". "Quería cerrar una etapa", confesó.
Urrutia aseguró que la situación deportiva por la que pasa el primer equipo, solo un punto y un puesto por encima de las plazas de descenso tras la undécima jornada, no ha tenido nada que ver con su decisión y recordó que la de 2015, cuando se presentó a la reelección, tampoco era demasiado buena.
"Mi decisión sería la misma", dijo, mostrando, además, una gran confianza y consideración en Eduardo Berizzo. "Ayer hablé con Berizzo. Llevamos poco con él y es un tío capaz con el que no salen las cosas. Pero espero que salgan y que cristalicen las buenas sensaciones que tengo con él. Es de lo mejor que he tenido yo tanto en mi época como jugador como en la de presidente", destacó.
Y, aunque aseguró, que "en el fútbol garantías absolutas no tiene nadie", sí desveló su intención de mantenerle en el puesto en el mes y medio que queda de mandato. "Hemos tenido buenos y malos momentos y en todos hemos acompañado a la gente, se puede ver nuestro estilo", apuntó, recordando momentos similares con Marcelo Bielsa, Ernesto Valverde y José Ángel Ziganda, sus tres técnicos anteriores.
Cuando se le preguntó sobre el legado que deja tras estos ocho años, comentó que "tener claro lo que es esto, actuar en consecuencia y aguantar en los momentos que hay que aguantar".
Y pidió a los candidatos que se presenten a las próximas elecciones "que prioricen los intereses del club a que querer llegar al trono del club de cualquier manera".
"Para mí ha sido un privilegio. No me considero especial. No me voy del Athletic. Son épocas de mi vida que las tengo aceptar. Es un momento tan bonito como la llegada. Ya la despedida como jugador no fue un momento triste sino de alegría y satisfacción", apuntó sobre una experiencia en la presidencia tras la cual se mostró "dispuesto a ayudar" a quien "tenga una orientación" que comparta.