Roma, 7 oct (EFE).- La selección de Francia hizo valer su condición de campeona del mundo este jueves y, con goles de Karim Benzema, Kylian Mbappé y Theo Hernández, remontó un 0-2 adverso ante Bélgica y se impuso por 3-2 para alcanzar la final de este domingo en Milán, donde le espera España.
El monólogo de Bélgica visto en la primera mitad, cuando Yannick Carrasco y Romelu Lukaku le dieron una doble ventaja, parecía poder tumbar al campeón del mundo, pero el equipo Didier Deschamps lo cambió todo en la reanudación y se llevó un partido épico, decidido en el minuto 90 por el milanista Theo Hernández.
La selección francesa revalidó el triunfo logrado ante Bélgica, también en semifinales, en el Mundial de Rusia 2018, cuando acabó campeona, y prolongó la "maldición" de Bélgica, que sigue sin lograr dar el último paso que coronaría una generación de indudable talento.
No les faltó voluntad a los hombres de Roberto Martínez. Con Eden Hazard y De Bruyne marcando los ritmos, y Lukaku llevando al límite a un Raphael Varane en profundos apuros, Bélgica dio muestra de su calidad, de su técnica, pero también de su capacidad de leer los momentos del partido y de esperar la ocasión adecuada para golpear.
El poderío de Lukaku, que alternó su posición, jugando de pivote para activar a De Bruyne y Hazard, o también por la banda para acelerar y abrir espacios en el centro, dejó sin aire a Francia, cuyo muro no se derrumbó antes del minuto 37, solo por una monumental parada de Hugo Lloris ante un disparo de De Bruyne dentro del área.
Fue un remate de pierna derecha de Carrasco, desviado por Koundé, y un gran gol de Lukaku, que se liberó del marcaje de Lucas Hernández en el área y fulminó a Lloris, esta vez sí culpable por no defender su poste, en premiar el empuje de Bélgica.
Francia, demasiado pasiva en la primera mitad, en la que Mbappé, con unas tremendas aceleraciones, fue el único en intentar rebelarse, cambió de actitud en la reanudación y el guión del encuentro fue el opuesto.
Bélgica empezó a fallar pases cómodos y Francia le encerró en su mitad de campo. Tras una ocasión perdonada por Griezmann, apareció Benzema con una jugada extraordinaria para igualar. Recibió un pase de Mbappé, se dio la vuelta y cruzó el disparo con la zurda para superar a su compañero madridista Courtois.
El gol aumentó el empuje francés y el nerviosismo de Bélgica, hasta que Tielemans derribó a Griezmann en el área provocando el penalti que, concedido por el VAR, transformó Mbappé para vengar el fallo en la tanda de la Eurocopa contra Suiza. Disparó fuerte y envió el balón a la escuadra; Courtois intuyó el ángulo, pero no pudo evitar el 2-2.
El empate volvió a despertar a Bélgica y el encuentro fue de ida y vuelta, con ocasiones por ambos lados. De Bruyne se topó con Lloris y Pogba lo hizo con Courtois.
Fueron pocos centímetros en decidir una cita épica. Los que provocaron el fuera de juego de Lukaku en el posible 3-2 belga, cuando el delantero remató un gran centro de Carrasco y los que impidieron que Pogba sellara una maravillosa falta directa desde los 25 metros, con el balón que se estrelló contra una escuadra.
Pero finalmente, en el 90, cuando las dos selecciones veían acercarse para la prórroga, apareció Theo Hernández, exlateral del Real Madrid, ahora en el Milan, para superar a Courtois con un potente zurdazo que envió a los galos a San Siro parra jugarse el título contra España.
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- Ficha técnica:
2 - Bélgica: Courtois; Alderweireld, Denayer, Vertonghen; Castagne (Batshuayi, m.92), Witsel, Tielemans (Vanaken, m.70), Carrasco; De Bruyne, Hazard (Trossard, m.75) y Lukaku.
3 - Francia: Lloris; Koundé, Varane, Lucas Hernández; Pavard (Dubois, m.92), Rabiot (Tchouameni, m.76), Pogba, Theo Hernández; Griezmann; Benzema (Veretout, m.96) y Mbappé.
Goles: 1-0, m.37: Carrasco; 2-0, m.41: Lukaku; 2-1, m.61: Benzema; 2-2, m.70: Mbappé (penalti); 2-3, m.90: Theo.
Árbitro: Daniel Siebert (ALE). Mostró cartulina amarilla al belga Toby Alderweireld (m.67).
Incidencias: Partido correspondiente a las semifinales de la Liga de Naciones UEFA disputado en el Juventus Stadium de Turín ante cerca de 18.000 espectadores.
Andrea Montolivo