El planeta se enfrenta a la crisis humanitaria más grave desde la
Segunda Guerra Mundial. Se trata de una crisis sanitaria, económica y social, que ha transformado radicalmente la forma en la que vivimos. La mayoría de los gobiernos han tomado
la dura decisión de confinar a sus ciudadanos en sus casas, no obstante, las medidas de confinamiento y las restricciones enfocadas a frenar la expansión del virus no se han aplicado por igual en todo el mundo.
El
coronavirus se ha cebado especialmente con los principales países europeos y con otras grandes potencias como
China, Japón, Corea del Sur, Estados Unidos y gran parte de Latinoamérica. Las consecuencias de esta debacle se han notado a nivel multisectorial, siendo el deporte uno de los sectores más afectados. En España, además del fútbol, la inmensa mayoría de federaciones como la de tenis o la de voleibol se han visto obligadas a cancelar sus torneos y eventos deportivos, dejando un panorama prácticamente desierto en cuanto a competiciones se refiere.
Los países más afectados son también
las mayores potencias del fútbol, por lo que los aficionados del 'deporte rey' se han quedado huérfanos de uno de sus mayores entretenimientos. Es por ello por lo que, por lo acontecido en el último mes desde que la epidemia se convirtiera en pandemia, los forofos del balompié y otros deportes han empezado a mirar con buenos ojos a aquellos países que aún no han cancelado sus competiciones.
En este sentido, países que hasta ahora no han reportado más de una decena de casos por coronavirus como
Nicaragua, Burundi o Tayikistán, siguen celebrando sus partidos con más o menos medidas de protección. Mientras
Nicaragua celebra sus partidos a puerta cerrada,
Burundi no ha aplicado ninguna limitación de aforo hasta el momento. En todo caso, las que hasta hace unos cuantos meses eran simples ligas menores completamente desconocidas, la situación actual las ha puesto en el centro del panorama futbolístico mundial. Se han convertido, de una forma u otra, en una vía de escape para los que desean seguir disfrutando de este deporte sin necesidad de recurrir a reposiciones de contiendas anteriores.
Las
apuestas de deportes online también son un reflejo de este fenómeno. Y es que los jugadores habituales y los operadores han desviado también su atención hacia estas ligas sobre las que normalmente no se apostaba de forma masiva. Los deportes electrónicos, también conocidos como
eSports, se han configurado de igual manera como una alternativa atractiva para los aficionados de diversos deportes. Al fin y al cabo, la mayoría de los
videojuegos deportivos se han ido perfeccionando a lo largo de los años hasta convertirse en realistas simuladores capaces de recrear la misma emoción que un partido presencial.
De hecho, los deportes electrónicos han venido demostrando tener una capacidad de atracción y convocatoria muy similar a la de los deportes físicos. En pasados años hemos podido observar cómo campeonatos de títulos deportivos como de la FIFA han logrado abarrotar recintos de gran aforo. La gran diferencia respecto a los partidos convencionales es que los llamados
eSports pueden realizarse desde casa y retransmitirse en streaming para el gran público, sin suponer un riesgo para la expansión del virus, y eso, en tiempos de pandemia es una ventaja más que evidente.