Con el
marcador empatado a uno tras la prórroga, el
Norwich y el
Tottenham se dirigieron a la ronda de penaltis en el partido de octavos de la FA Cup que se celebró anoche en el Tottenham Hotspur Stadium. En la portería del Norwich estaba
Tim Krul, todo un experto en parar penaltis, como ya demostró en el Mundial de Brasil en 2014, cuando el guardameta holandés entró en un partido exlusivamente para la ronda de penaltis.
Es habitual que los porteros estudien los lanzamientos de los equipos a los que se enfrentan para tener más posibilidades de pararlos, pero esta vez, Krul fue más allá. El meta holandés
llevó detallado en una botella el número, nombre y la dirección posible de los tiros de cada uno de los jugadores del Tottenham que esperaba que pudiesen tirar los penaltis, todos ellos, en el orden que él pensaba que ocurría.
Krul no fue capaz de parar el primer tiro que lanzó
Dier, ni el de
Lo Celso y no le hizo falta frenar el de
Lamela, que dio en el travesaño. Sin embargo, con el marcador en dos iguales, el guardameta fue capaz de parar el lanzamiento de
Parrott y con el 3-2 hizo lo propio con el tiro de
Gedson Fernandes,
clasificando así a su equipo para los cuartos de la FA Cup. Tras esto, el holandés cruzó el campo corriendo para celebrarlo con los 9.000 aficionados que se habían desplazado hasta Londres.
El Norwich es el actual
colista de la Premier League y llevaba
28 años sin clasificarse para cuartos de final de la FA Cup, este año vuelve a esta ronda en la que se verá las caras con el equipo que salga ganador del partido entre el Derby County y el Manchester United, todo gracias al ingenio de su portero.
EFE2 min lectura