La reunión tuvo lugar entre el primer ministro, Kyriakos Mitsotakis, el presidente de UEFA, Aleksander Ceferin y el vicepresidente de FIFA, Greg Clarke. El acuerdo activará la creación de un estudio en profundidad del fútbol heleno, a partir del cual se tomarán medidas específicas que "serán implementadas en la próxima temporada", según Mitsotakis. "Espero que Grecia vuelva a ser una potencia futbolística, como cuando ganó la Eurocopa en 2004", dijo Ceferin, en representación del fútbol europeo.
El énfasis en reformar el sistema de arbitraje viene después de casi dos años de enfrentamientos entre los grandes equipos y el estamento arbitral griego, con el recuerdo del infame incidente en el que el dueño del PAOK, Ivan Savvidis, saltó al campo con un arma de fuego en protesta por una acción controvertida en un partido contra el AEK de Atenas.
Ante las amenazas de dejar a la selección nacional sin poder competir, la Federación Helena tuvo que aceptar que fuesen colegiados extranjeros nombrados por FIFA los que arbitrasen en los partidos más importantes. Sin embargo, la decisión no fue más que un parche, generando acusaciones de amaño por parte de equipos como el Olympiacos, que hace dos meses vio como su directiva llegaba a las manos con la del Volos, en lo que terminó siendo una batalla campal.
Este replanteamiento de la estructura del fútbol griego no es la primera acción que el Gobierno del partido conservador Nueva Democracia, elegido con mayoría absoluta el pasado verano, ha tomado con respecto al deporte rey. A principios de este mes, el Ejecutivo intervino para parar el descenso de dos clubes de la Superliga griega, PAOK de Salónica y Xanthi, por pertenecer ambos a Savvidis.