Hace unos meses
Guille Abascal recibió la llamada que llevaba tiempo esperando. El
Ascoli le ofrecía la posibilidad de desembarcar en el Calcio italiano. Lo hacía como técnico de su segundo equipo y con ganas de demostrar que podía cambiar cosas en el modesto conjunto transalpino. Ponía fin una fructífera etapa en el
Cádiz, donde encabezó varios proyectos bajo el amparo de
Manuel Vizcaíno y Óscar Arias.Lo ha conseguido en tiempo récord. Hoy el
Ascoli Primavera es el referente de su grupo, con récord de goles y de victorias -supera en una vuelta lo conseguido en toda la temporada pasada en ambos apartados-, es líder y tiene una ventaja considerable sobre el segundo y el tercero.
El técnico sevillano se toma ahora unas pequeñas vacaciones y lo hace sabiendo que su trabajo no pasa desapercibido. Así, varios medios suizos publican que el
Lucerna de la primera división suiza quiere hacerse con sus servicios.
Abascal ya dirigió en
Suiza al Chiaso, en segunda, y sus buenos resultados le valieron para firmar por el
Lugano, ya en la Superliga y al que salvó en su primera incursión en la elite.
El
Lucerna marcha ahora en octava posición, con sólo cinco victorias en 18 encuentros y cuatro puntos de margen sobre el descenso, de ahí que considere la opción de hacer un cambio en el banquillo y prescindir del alemán
Manuel Klokler.
No es el único equipo suizo que ha pensado en el preparador de sólo 30 años y cuya labor en Italia también ha provocado que varios equipos transalpinos se fijen en él para el próximo curso.