Unos veinte aficionados, según ha podido saber EFE de fuentes del club madrileño, se acercaron a la salida del estadio a buscar a Martín Presa y José María Sardá para increparles.
Al meterse en el coche para regresar a Madrid, éstos comenzaron a zarandearlo y golpearlo provocando algunos desperfectos al vehículo.
Estos hechos se produjeron solo dos días después de que el partido entre el Rayo y el Albacete se interrumpiera al descanso por los cánticos de 'Román Zozulya, puto nazi' que corearon algunos aficionados del equipo madrileño contra el delantero ucraniano del conjunto manchego.
Ese mismo día, Raúl Martín Presa denunció públicamente que tanto su familia como él llevaban "sufriendo insultos desde muchísimo tiempo atrás".