Un exdirectivo de International Sports Events (ISE) ha dicho hoy en el juicio del expresidente del F.C. Barcelona Sandro Rosell que este no le pidió comisiones ilegales por intermediar para que una televisión de Arabia Saudí obtuviera en 2006 derechos de partidos de la selección de fútbol de Brasil.
La Audiencia Nacional ha reanudado con las declaraciones de testigos el juicio a Sandro Rosell, su esposa, Marta Pineda, su socio Joan Besolí, un ciudadano libanés amigo suyo y dos presuntos testaferros, para quienes el fiscal pide penas de entre seis y once años de prisión por supuestos delitos de blanqueo de capitales y organización criminal.
La Fiscalía acusa a los seis procesados de participar en el blanqueo de veinte millones de euros de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), de los que se estima que Rosell podría haberse quedado supuestamente con al menos 6,5 millones.
Este lunes ha testificado Dirk Hollstein, que en 2006 era director de Derechos Deportivos de ISE, la empresa que se encargaba de comprar contenidos televisivos para el grupo audiovisual de Arabia Saudí Dallah Albaraja Group.
Dirk Hollstein ha explicado que recurrió a Sandro Rosell, que entonces era propietario de la empresa de márketing deportivo BSM, para intentar conseguir derechos audiovisuales de partidos de la liga española de fútbol para dicho grupo de televisión saudí pero como no fue posible pues ya estaban adjudicados le gestionó la posibilidad de adquirir los de partidos de la selección brasileña.
Ha añadido que en noviembre de 2006 se formalizó el contrato entre ISE y la CBF -que ascendía a 27 millones de euros por 24 partidos amistosos de la selección brasileña- y por el que Rosell percibiría una remuneración de la primera de 8,3 millones de euros aunque finalmente recibió 5,8 millones ya que en 2009 quedaron sin disputarse diez encuentros.
Hollstein ha explicado que el motivo fue que en 2009 Rosell rescindió el contrato con ISE por su intermediación ya que se había presentado para la presidencia del Fútbol Club Barcelona y no quería incurrir en incompatibilidades al dedicarse su empresa BSM a gestionar derechos de eventos deportivos.
El abogado de Rosell, Pau Molins, ha preguntado al testigo "si a él le pidieron alguna vez Ricardo Teixeira -entonces presidente de la CBF e investigado en Brasil por estos hechos- o Sandro Rosell el pago de comisiones ilegales a favor de alguno de ellos" por dicha operación, a lo que el testigo se ha limitado a contestar: "No".
Dirk Hollstein ha apostillado: "No teníamos ningún problema ni ninguna queja con Sandro Rosell", y ha abundado en que simplemente fue remunerado por una prestación de servicios como intermediario entre ISE y la CBF.
Hoy también ha testificado el abogado de ISE Hinnerk Fauteck que ha recordado que cuando Rosell accedió en 2010 a la Presidencia del F.C. Barcelona y para evitar dicha incompatibilidad de la actividad de su empresa con su cargo en el club de fútbol vendió su compañía BSM a la empresa del grupo saudí, que estaba interesada por su proyecto de búsqueda de jóvenes talentos del fútbol en Qatar.
Tanto Hollstein como Fauteck han explicado que aunque Rosell pedía veinte millones de euros por la venta de su empresa finalmente ISE la compró por 13 millones y medio a pagar en diferentes plazos de los que llegó a pagar 6,5 millones ya que en 2011 el grupo saudí renunció a la compra dando por perdido este dinero ya que se había deteriorado las relaciones entre Arabia Saudí y Qatar.
Sobre la venta de BSM, que la Fiscalía considera simulada, Fauteck ha asegurado: "La compraventa no enmascaraba el pago de comisiones ilegales por los derechos de televisión" del citado contrato con la CBF ya que éste se había resuelto en 2009.
Por otra parte Hollstein ha manifestado que no tuvo trato alguno con la esposa de Rosell, Marta Pineda, en relación con las operaciones investigadas.