Álvaro Morata ha caído de pie en el Atlético de Madrid. Su concurso en seis partidos arroja tres goles, una asistencia, cuatro victorias y dos derrotas, en las cuales el conjunto rojiblanco ha recuperado junto a él una de sus esencias de los últimos años: el peligro en el juego aéreo.
El arranque de Morata en el Atlético iguala los tres goles de sus primeros seis partidos en el Chelsea inglés y mejora su estreno en el Juventus italiano, cuando en sus primeros seis encuentros solo pudo anotar un gol, y el inicio de su segunda etapa en el Real Madrid en la 2016-17, con dos tantos en los primeros seis duelos.
De los tres tantos que ha logrado el delantero madrileño con la casaca rojiblanca, dos han sido con la testa, los del doblete que sentenció el partido del domingo en Anoeta ante la Real Sociedad de San Sebastián en la primera media hora. Pero es que además, con él, el Atlético ha potenciado su efectividad con ese arma.
Hasta la llegada de Morata, los goles de cabeza del Atlético habían sido seis: cuatro en Liga (Filipe Luis contra al Villarreal, Rodrigo Hernández y Diego Godín contra el Athletic y el de Diego Costa contra el Barcelona), uno en la Liga de Campeones (José María Giménez al Mónaco) y otro en Copa del Rey (Kalinic al Sant Andreu).
En seis encuentros de rojiblanco, el delantero ha aportado dos goles de cabeza, que podrían haber sido tres si el tanto que marcó al Juventus de Turín italiano no hubiera sido invalidado por falta previa sobre el defensor transalpino Giorgio Chiellini.
Además, los dos goles de aquel encuentro, de los uruguayos José María Giménez y Diego Godín, llegaron a consecuencia acciones de balón parado, y en el 1-0 la jugada llega a Giménez tras un saque de esquina cabeceado por Morata en primera instancia.
De esta manera, con su aportación son ocho tantos de cabeza del conjunto rojiblanco, a falta de 12 jornadas para el final del campeonato y como mínimo un encuentro más de la Liga de Campeones, más si logra la clasificación a la siguiente ronda.
Esos ocho tantos ponen al actual Atlético en la línea de mejorar los números cabeceadores de la temporada pasada, en la que solo marcó cuatro goles de esta manera (dos en Liga, uno en Liga Europa y uno en Liga de Campeones) y sumarse a las de otras campañas: en la 2016-17 fueron 17 (nueve en Liga, cinco en Copa y tres en Liga de Campeones) y en la 2015-16 fueron 13 (nueve en Liga, dos en Copa y dos en Liga de Campeones).
Consciente de lo que aporta el delantero madrileño no solo por sus tantos, sino también por su capacidad de generar incertidumbre en las defensas rivales, el entrenador argentino Diego Pablo Simeone recordó tras el partido que está contento "más que por sus goles, por su trabajo" y por lo que suma al equipo. "Juega muy bien de espaldas, ahí comenzamos a ganar metros, hicimos un juego asociado y empezamos a lastimarles", manifestó Simeone tras el encuentro.
Coincidió el defensor uruguayo José María Giménez, que destacó tras el encuentro la "humildad" y "sacrificio" del punta y su compromiso, así como su capacidad de pelear balones elevados y largos cuando la defensa está agobiada. "Que haya venido Álvaro nos ayuda un montón, necesitamos esa clase de jugadores", añadió.
La capacidad del '22' rojiblanco permite al Atlético depender menos de su gran estrella, el delantero francés Antoine Griezmann, que acumula tres partidos sin marcar (Juventus, Villareal y Real Sociedad) después de haber anotado once goles en los anteriores doce encuentros. Morata también da aire con sus goles a Diego Costa, en proceso de recuperación de la operación en el pie izquierdo que le ha tenido parado dos meses y se le ha complicado con una lesión en la zona inguinal la pasada semana.
El de Lagarto (Brasil) no podrá estar por sanción en la vuelta ante el Juventus, pero su plaza está bien cubierta por un Álvaro Morata que querrá seguir su cuenta goleadora ante su exequipo, al que se enfrentará el 12 de marzo, previo paso por el duelo ante el Leganés del próximo sábado en el Wanda Metropolitano.