Ayer, en rueda de prensa, protagonizó uno de los momentos de la jornada. En cuanto Henry y el central
Badiashile finalizaron su comparecencia, éste se levantó y enfiló la salida. Henry se percató de que su jugador no había colocado en su sitio la silla y, lanzándole una mirada desafiante que lo decía todo, el
jugador finalmente puso la silla en el lugar que le correspondía. Un pequeño gesto pero que denota la humildad y el carisma que se ha ganado el ex de Arsenal y Barcelona.