Los hinchas de River Plate y Boca Juniors se resignan a que la vuelta de la final de Copa Libertadores se jugará en Madrid y, mientras se acerca el día del partido, tanto unos como otros repiten hoy la palabra "injusticia".
Aunque sean sus rivales y algunos ultras lanzasen piedras al autobús de Boca a su entrada al Monumental el día que se debía jugar el partido, el hincha de Boca Jorge Ariel Quiroga dijo a Efe que River se merecía la posibilidad de jugar en su estadio. "Si nosotros tuvimos la posibilidad de jugar en Boca después de todos los inconvenientes (el encuentro se retrasó un día debido a las condiciones meteorológicas), me parece justo que River también". La Conmebol decidió que el partido de vuelta se jugará en el estadio Santiago Bernabéu, donde juega sus partidos el Real Madrid, el próximo domingo a las 20.30 horas (19.30 GMT). Aunque tanto River como Boca presentaron recursos a que la final se jugara, y el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, no pudo asegurar en una entrevista con Efe el pasado sábado que el duelo se produzca, por el momento el espectáculo sigue hacia adelante.
Muchos aficionados del país austral, como Quiroga, consideran que "se pierde la esencia" de la Copa Libertadores al disputarse en otro continente, pero se resignan y afirman que alentarán de la misma manera a su equipo. "Alentaré, pero no puede ser que se esté jugando a tantos kilómetros", indicó Jorge Heredia, cocinero en una parrilla en los alrededores de la Bombonera. Pasaron ya cuatro días desde que la Conmebol decidió el cambio de sede y trasladó el Superclásico a Madrid, pero a Heredia no se le marcha el enfado. "¿Van a venir a jugar acá Real Madrid y Barcelona a la cancha de Boca? ¿Cuándo? Nunca. Lo que pasa es que lo hacen allá porque tienen dinero y lo pueden hacer", expresa con indignación.
En los alrededores del estadio Monumental, Carolina Felman hace unas compras de última hora en la tienda de River Plate. Felman acudió a comprarle a su hijo de once años la nueva camiseta de River Plate para que la estrene en su recién comprado viaje al Bernabéu este fin de semana. Su marido y su hijo forman parte del grupo de afortunados que viajará a España para presenciar un encuentro único, y ya lo tienen todo reservado: entradas y vuelos. "Tienen entrada, ayer la compramos por una página internacional y fue en un minuto que se acabaron. En cuanto aparecieron las entradas (en línea), las compramos. Cuando intentamos entrar de vuelta a ver si podíamos conseguir con unos amigos, no había nada", afirma. Con los vuelos, se la jugaron a una "premonición", dice, ya que los reservaron cuando todavía era un rumor que la final se jugaría en Madrid. Las entradas les salieron a 150 euros cada una y el vuelo de ida y vuelta, por cerca de los 1.100 euros.
Otro hincha del 'Millonario', Marcelo Ceballos, que se quedará en Argentina, lamenta que se hayan llevado su final pero recalca que él no la habría celebrado en Buenos Aires. "Tendrían que haber hecho la final acá en Argentina, en cualquier provincia", opina. En La Boca, un hincha español del Barelona y del 'Xeneize' que porta la camiseta azul y oro dice que le hace "ilusión" que el Superclásico viaje a España, aunque sea en el Bernabéu, pero le da pena por la gente de Buenos Aires, porque "realmente es algo suyo" .