La victoria en Liga del Oporto, tras cuatro años en blanco, y la crisis del Sporting han marcado la temporada futbolística en Portugal, que finalizó ayer con el triunfo del Desportivo das Aves en la final de Copa ante los "leones" (2-1).
El Benfica, que inició la campaña con el sueño de conseguir el título quinto liguero consecutivo, se fue con tan solo la Supercopa y habiendo dejado una mala imagen en Europa tras una rápida eliminación en la Liga de Campeones.
El Oporto ganó el título de Liga tras exhibir un juego muy efectivo que le permitió estar entre los dos primeros en la clasificación durante las 34 jornadas del campeonato.
Uno de los nombres propios de la temporada blanquiazul ha sido Iker Casillas, que empezó siendo titular, pero fue relegado al banquillo por bajo rendimiento, según su técnico, Sérgio Conceição.
Sin embargo, el cancerbero español recuperó la titularidad a mediados de febrero y acabó proclamándose portero menos goleado de Liga y consiguiendo su primer trofeo desde que llegara a Portugal en 2015, lo que le ha llevado a renovar su contrato por un año más.
En el apartado ofensivo, destacó el gran rendimiento de la dupla atacante formada por Moussa Marega (22 goles en Liga) y Vincent Aboubakar (15 tantos), aunque este último tuvo una segunda mitad de año discreta al estar lastrado por las lesiones.
La buena temporada de los "dragones" se vio truncada por la Liga de Campeones, en la que fueron apeados en los octavos de final por el Liverpool, que les endosó un contundente 0-5 en casa que acabaría con la titularidad del guardameta José Sá, el gran señalado por sus errores en los goles de los ingleses.
Tanto en la Copa de Portugal como en la Copa de la Liga acabaría eliminado en las semifinales por el Sporting de Portugal, que avanzó a ambas finales tras sendas tandas de penaltis.
La Copa de la Liga conseguida en enero ha acabado siendo el único título que ha añadido el Sporting a sus vitrinas después de una temporada repleta de altibajos y crisis tanto en el campo como en el seno de la entidad.
El cúmulo de problemas llevó a la inesperada derrota de ayer ante el Aves en una final de Copa en la que era claro favorito, pero que llegaba en una semana marcada por las discrepancias entre la directiva y su presidente, Bruno de Carvalho, y la invasión de ultras a un entrenamiento, que acabó con varios agredidos.
Asimismo, el resto del año ha sido una montaña rusa para el conjunto verdiblanco, que peleó con el Oporto por el liderato hasta desinflarse en la segunda vuelta, especialmente por culpa del bajo rendimiento lejos de Alvalade.
En competición europea, cayeron eliminados en la primera fase de la Liga de Campeones, pero accedieron a la Liga Europa, en la que cayeron en cuartos de final ante el Atlético de Madrid, eventual campeón.
La eliminatoria ante el equipo español fue uno de los puntos de inflexión para los "leones", ya que De Carvalho amenazó con suspender a toda la plantilla por bajo rendimiento tras perder la ida disputada en Madrid (2-0), lo que enturbió las relaciones entre la presidencia y la plantilla.
Con los asuntos extradeportivos en primer plano, el Sporting parece condenado a un cambio radical de imagen para la próxima campaña, ya que en estos momentos no está asegurada la continuidad de nadie, ni en los despachos ni en el terreno de juego.
Por su parte, el Benfica cerró con el único consuelo de la Supercopa conquistada en agosto y cierra así un lustro de dominio absoluto en el fútbol portugués.
Los "encarnados" se descolgaron a las primeras de cambio en Liga y fueron rápidamente eliminados tantos en las Copas como en Liga de Campeones, de la que fueron apeados al perder los seis partidos de la fase de grupos contra Manchester United, Basilea y CSKA de Moscú.
Con el Oporto y el Sporting más cargados de partidos, los de Rui Vitória fueron recuperando terreno en Liga gracias a los goles de Jonas -máximo goleador de la competición con 34 tantos- hasta conseguir el liderato en la jornada 28.
Pero un tardío gol del mexicano Héctor Herrera en el duelo clave entre Benfica y Oporto dejó la Liga sentenciada a falta de cuatro jornadas por disputarse, con lo que las "águilas" se han tenido que conformar con la segunda plaza, que da acceso a la última ronda previa de acceso a la Liga de Campeones.
La nueva temporada futbolística en Portugal arrancará a principios de agosto. El Oporto tratará de retener su corona con pocas modificaciones en su plantilla, mientras que se prevén cambios estructurales de Benfica y Sporting para alcanzar el trono el próximo año.