La temporada del portero costarricense
Keylor Navas con el
Real Madrid repleta de irregularidad, con los mismos tantos encajados a estas alturas que en toda la pasada campaña (31), acabó provocando ante
Las Palmas los silbidos de su afición, ante los que reaccionó con valentía y actitud.
Se levantó
Keylor de su peor momento como portero del
Real Madrid con tres paradas finales a
Jesé Rodríguez para poner argumentos a su favor ante la crítica que se le venía encima después de una acción que le dejó marcado.
Sin poder reaccionar al latigazo potente de
Tana en el primer tanto. Sin la fortuna de otros días en el lanzamiento de penalti de
Jonathan Viera que acarició con un pie pero no pudo despejar fuera de su arco. El tercer tanto de
Las Palmas en el Santiago Bernabéu fue la gota que colmó el vaso para el aficionado madridista que se ha acostumbrado a ver en prensa que la directiva ya busca un portero titular para la próxima temporada, con nombres filtrados con los que tiene que convivir en la presión
Keylor.
Es una situación que puede mermar confianza y pone a prueba la fortaleza de cualquier deportista. Aparentemente el portero tico lo lleva bien aunque sus actuaciones en el terreno de juego no ayudan a corroborarlo. Siete tantos en una semana con tres partidos claves para la lucha por el título de
LaLiga Santander, son demasiados para el arquero de un club grande.
Pese al buen nivel mostrado por
Kiko Casilla, el técnico francés
Zinedine Zidane mantiene plena confianza en
Keylor. Si bien no se ha pronunciado para la próxima temporada y ha invitado a pensar en el presente, lo ha mantenido en la titularidad pese al bajón de rendimiento si se compara con el nivel mostrado la pasada temporada.
Tan solo ha dejado de jugar el encuentro liguero ante el
Espanyol, junto a la Copa del Rey que era la competición de
Casilla, por premiar el trabajo del segundo guardameta madridista. Aunque desde la operación a la que sometió en verano,
Keylor no ha recuperado su nivel con continuidad y es el primero que hace autocrítica.
Ha encajado 31 tantos en 25 partidos en la presente campaña. El mismo número que recibió en 45 en la pasada. Y con el viento en contra mostró personalidad para pedir salir a hablar en la zona mixta del Santiago Bernabéu, dar la cara y lanzar un mensaje repleto de valentía. "No me voy a esconder, voy a seguir adelante, a las balas hay que ponerle el pecho".
La reacción pasa para el costarricense por el trabajo que realiza en cada entrenamiento para recuperar su verdadero nivel y volver a ganarse al público del
Real Madrid. "Soy consciente de cuándo cometo un error. No es nuevo que me piten y creo que puedo dar la vuelta a esta situación para que todos salgamos contentos del estadio".
"Siempre trato de dar lo mejor de mí en el trabajo para ayudar al grupo. Cada uno es libre de opinar, lo respeto y tengo que esforzarme por hacer mejor las cosas. Estoy muy tranquilo, respeto a todo el mundo y me voy a esforzar para que los pitos se transformen en aplausos". Fue la respuesta con carácter de un portero que quiere recuperar su papel de salvador en la recta final de una temporada irregular. En el momento en el que se deciden los títulos grandes.