Bangkok, 28 abr (EFE).- El volante de bádminton cruza la pista como si fuera una estrella fugaz fluorescente mientras los jugadores intercambian raquetazos en una oscura cancha de Kuala Lumpur, donde este popular deporte se mezcla con un escenario de película futurista.
En un recinto cerrado e iluminado por lamparas de luz negra o ultravioleta, que resalta los colores fluorescentes, el club de bádminton "Shuttle in the dark" le ha dado un giro particular a este juego, uno de los deportes favoritos de Malasia.
"Pretendemos ofrecer una experiencia diferente, divertida y única para todo tipo de jugadores, tanto principiantes como profesionales", declara a Efe por teléfono Irina Inozemtseva, cofundadora de Malaysia Badminton Experience, empresa centrada en desarrollar e innovar con este deporte en el país asiático.
Para facilitar la práctica: volante, red, raquetas, paredes y hasta las líneas de la pista han sido pintadas con colores fluorescentes que ayudan a los jugadores a ubicarse dentro de la cancha, animada con música electrónica.
"Es una sala muy oscura (...) nuestro mayor reto fue atinar con la cantidad justa de luz para todos los elementos y encontrar la manera de que el volante fuera visible, mientras manteníamos la mayor seguridad (para los jugadores) para evitar lesiones", apunta la empresaria, que reconoce que la pandemia retrasó casi un año los planes de apertura.
Esta innovadora forma de jugar comenzó a principios de 2022 en un local ubicado en las icónicas Torres Petronas de la capital malasia y la recepción ha sido "muy buena, con los jugadores encantados con la experiencia", asegura Inozemtseva, que colabora en este proyecto con sus socios Twin Tower Fitness Center y Protech International.
Actualmente cuentan con una pista y el precio por una hora junto al alquiler del equipamiento se encuentra entre los 180 ringgit (unos 41 dólares o 29 euros) el fin de semana y los 160 (unos 36 dólares o 34 euros) en día laboral para un máximo de 8 jugadores.
La emprendedora, exjugadora profesional de bádminton y que dirige un equipo de este deporte en Malasia, no descarta ampliar la experiencia a otros países como Indonesia, Singapur o Tailandia, donde este juego de raqueta también es muy popular.