Estadio Deportivo2 min lecturaLa familia del jugador de balonmano Carlos Molina espera en La Rioja que en breve pueda cruzar la frontera de Ucrania con Polonia, de la que ahora mismo se encuentra parado en un atasco a 9 kilómetros. Así lo ha explicado a EFE la esposa del jugador andaluz, Jennifer Salgado, que espera en Santo Domingo de la Calzada junto a su hijo de dos años, y mantiene contacto con su esposo "aunque cada vez es más difícil, porque no siempre hay internet".
Molina ha vivido una "peripecia" en la última semana, dado que aterrizó en Kiev con su equipo, el Motor Zaporozhye, horas antes de que Rusia iniciara la invasión de Ucrania, tras jugar en Polonia; además, en lugar de permanecer en la capital ucraniana fue al norte, con su equipo, y desde allí inició su viaje a Polonia con varios compañeros de equipo.
Ahora mismo, detalla su mujer, permanecía en coche con otros dos jugadores, pero dado que en un día "apenas han avanzado" ha acordado con sus compañeros que ellos avancen a pie "y se ha quedado solo". Además ha sabido, por sus compañeros, que "en la frontera dan prioridad a mujeres y ancianos para cruzar" con lo que "no sabemos cuando podrá hacerlo".
La esposa de Molina lamenta que "le han dejado de la mano de Dios", en especial su club, y "las autoridades españolas simplemente le dijeron cuando salía un convoy de la embajada, pero no pudo llegar a tiempo". "Estamos muy preocupados, y menos mal que decidimos no ir a verle, porque lo habíamos previsto para el 14 de febrero y pasar allí unos días", ha explicado Salgado, que espera tener noticias de Molina en los próximas horas "y que consiga cruzar la frontera" y regresar con su familia a Santo Domingo de la Calzada lo antes posible.