Tokio, 21 jul (EFE).- La gimnasia corre por la venas del japonés Kohei Uchimura, que asiste en Tokio a sus cuartos Juegos Olímpicos, en los que ha limitado su participación a la barra fija para dar un respiro a su magullado físico sin dejar de aspirar a la perfección.
Nacido el 3 de enero de 1989 en la ciudad de Kitakyushu, en el sudoeste de Japón, Uchimura es hijo de los gimnastas Kazuhisa y Shuko Uchimura y se subió por primera vez a un aparato a los 3 años, sin contar los innumerables saltos de trampolín en los que participó divertido en los brazos de sus padres durante sus entrenamientos.
Fue entonces cuando la familia se trasladó a la ciudad natal de su madre, Isahaya (prefectura de Nagasaki), donde abrió un club de gimnasia en un local anexo a su vivienda. En esta escuela el ahora séxtuple campeón del mundo se familiarizó con las acrobacias, al igual que posteriormente su hermana Haruhi (1991), también gimnasta.
Al cumplir los 15 años Kohei se trasladó a Tokio para entrenar junto al campeón olímpico Naoya Tsukahara (oro por equipos en Atenas 2004). Tres años después se incorporó al equipo nacional japonés.
CARRERA METEÓRICA
Uchimura debutó con 19 años en la selección nacional en 2007 y ganó un puesto para sus primeros JJ.OO., los de Pekín 2008. Allí ayudó a Japón a conseguir la plata por equipos y se alzó con otra plata en individuales, dándole al archipiélago la primera medalla en el evento desde el oro de Sawao Kato en Múnich 1972.
Desde entonces la carrera de este miembro del mermado colectivo de los gimnastas completos, aquellos capaces de hacer los seis aparatos con idéntico nivel de exigencia, no hizo más que catapultarse.
El "Rey Kohei" ha logrado ser campeón mundial en 19 ocasiones en diversos aparatos y fue el primer gimnasta (masculino o femenino) en lograr seis veces consecutivas el oro en mundiales individuales (2009-2015), un hito que por el momento no le han arrebatado.
En su palmarés también se cuentan siete medallas olímpicas, tres de ellas de oro en Londres 2012 y Río 2016.
En los últimos Juegos en Brasil Uchimura logró revalidad el oro en el concurso completo individual por primera vez en 44 años, convirtiéndose en el tercer gimnasta en hacerlo tras el soviético Víktor Chukarin (1952 y 1956) y el mencionado Kato (1968 y 1972).
Su decisión de competir únicamente en barra fija en Tokio le arrebata la posibilidad de convertirse en el primer gimnasta en retener por tercera vez consecutiva el título.
TÉCNICA Y ESTÉTICA
Resentido por varias lesiones tras llevar su físico al extremo y tras pasar la covid-19, Uchimura ha decidido tomarse con calma los Juegos en su tierra natal, para los que obtuvo plaza en un ajustado "tie break" del campeonato japonés, en el que no quedó satisfecho.
En sus cuartos Juegos, donde competirá sólo en barra fija, busca realizar la actuación perfecta, según ha relatado a medios locales este gimnasta que nunca ha priorizado la técnica sobre la estética.
"Podría hacer cosas más difíciles, pero si lo hiciera me daría problemas. Así que lo que siempre trato es de lograr un equilibrio entre la dificultad técnica y la calidad en la ejecución. Ahí es donde reside la belleza de la gimnasia", ha dicho el japonés, que a través de la belleza en la ejecución busca generar "impacto".
Casado desde 2012 y padre de dos niñas, tiene entre sus aficiones la conducción y las compras.
Su brillante carrera, con la que se ha ganado ser considerado uno de los mejores gimnastas de la historia, le brindó también la oportunidad de convertirse en 2016 en el primer gimnasta profesional de Japón, donde ningún deportista de esta disciplina había contado nunca con un sueldo de la federación o con patrocinadores.
María Roldán