La nueva seleccionadora española de gimnasia rítmica, Alejandra Quereda, abrirá a "todas las gimnastas" la posibilidad de "ganarse con sus clasificaciones en las diferentes competiciones internacionales la posibilidad de representar a España en las grandes citas", indicó en declaraciones a Efe.
De hecho, el principal banco de pruebas para seleccionar a las gimnastas, al constatar "mucha igualdad" entre varias de ellas, serán las calificaciones que obtengan en competiciones internacionales a las que acudan, "para que sean ellas mismas las que se ganen el derecho de representar a España en el Europeo o el Mundial". La subcampeona olímpica en Río de Janeiro 2016 con el conjunto español debutó en su nueva responsabilidad el pasado fin de semana con un control de la Federación Española de gimnasia celebrado en el Centro de Alto Rendimiento (CAR) de León, en el que participaron todas las gimnastas individuales sénior y júnior.
Quereda, que afronta esta nueva etapa con "muchas ganas e ilusión de dar oportunidades, también a las jóvenes que vienen apretando fuerte por detrás", se marca como objetivo "ayudar a mejorar los resultados individuales de las gimnastas españolas los últimos años". Para ello, acompañada de la directora técnica Isabel Pagán contó con las gimnastas que dominan el panorama nacional en la actualidad, la campeona Polina Berezina, subcampeona Sara Llana o la catalana Natalia García, que se ha reincorporado al programa después de año y medio sin poder competir a causa de dos operaciones de cadera. Sobre la cita en el CAR de León, la seleccionadora española señaló que resultó "muy productiva para analizar detalladamente los ejercicios de cada gimnasta y hacerse una idea real de la nota de partida de cada una".
En este sentido, avanzó que para buscar la mejora en las calificaciones, tras la implantación de nuevo código de puntuación "al que hay que adaptarse y saber afrontar mejor los momentos de tensión", se presentarán en las próximas citas "ejercicios que lleven notas de partida más altas que los anteriores, con la esperanza de que los puedan plasmar en la competición".
El primer gran reto de la gimnasia rítmica española será buscar una plaza olímpica individual en el mundial del mes de septiembre en Bakú (Azerbayán), aunque con anterioridad tendrán que ganarse su presencia en la cita mundialista con sus actuaciones en pruebas de Gran Prix y Copa del Mundo. La primera selección para el Grand Prix de Marbella, con el que se estrena la temporada, cuenta con Polina Berezina, Sara Llana, María Añó y Noa Ros, junto a todas las gimnastas júnior que forman parte del programa de la Federación. La siguiente competición serán el Grand Prix de Kiev (Ucrania), al que acudirán Noa Ros y Alba Bautista, y queda pendiente la elección de las gimnastas que cerrarán el mes de marzo con la presencia en el Grand Prix de Thiais (Francia).